Por Gustavo Díaz
Desde la asunción de Albino Ferrer a la intendencia, se ha esperado que los cambios de cargos estén sujetos a criterio institucionales y no políticos, entendemos claramente que las direcciones son cargos de confianza, pero esto no implica la falta de idoneidad en el cargo, que hoy encontramos. Ejemplo: “Cultura”
En este sentido la clase política siempre ah sido desleal e hipócrita con la ciudadanía, haciendo prevalecer sus respectivos intereses, ubicando a personas incompetentes en las diferentes direcciones, tanto local, como a nivel país (salvo honrosas excepciones).
Hoy las fiestas del diez nos invitan a reflexionar sobre la dirección de cultura de la municipalidad de San Lorenzo. Una dependencia mutilada por los diferentes cambios indeterminados que produjeron la más triste historia de un San Lorenzo, sin la debida identidad requerida; frente a una pluri/cultural cuidad que se remonta desde la colonia (1775).
Siempre sostuve que las personas que ocupan cargos, hay que darles el debido tiempo, para de tal manera obtener conclusiones si es apto o no para el cargo. Definitivamente el señor Blas Torales, no lo es.
El director de cultura Blas Torales a fracasado desde el vamos. Con su incompetencia y soberbia, desde el inicio de su gestión se ha mostrado soberbio con los medios de “prensa local”, evadiendo todo tipo de entrevistas con excusas, si bien es cierto esa actitud a mejorado, la dirección de cultura seguía y sigue varado en un mar de actividades a realizar.
La gente me dice, Gustavo; no hay que ser tan exigente. Sin embargo soy del criterio de que toda acción debe ser tolerada hasta cierto plazo, porque naturalmente todos merecemos una oportunidad, siempre dentro del marco de las exigencias institucionales, además recordemos, no están gratis en los cargos.
Blas Torales, tuvo la oportunidad de reivindicar el arte local agrupando a todos los movimientos culturales y no lo hizo, de instalar en las escuelas municipales la historia de San Lorenzo y paulatinamente trasladar a las demás instituciones educativas, con concursos y premios estimulantes, el trabajo con las comisiones vecinales en la promoción de la conciencia cívica, entre otras. .
Además de la importancia de darle una orientación cultural a este gobierno, que carece. Podría estar planteado en un calendario de actividades, porque aquí las actividades se suscriben exclusivamente a las fiestas patronales y aniversario, esta orientación cultural debe estar apremiada por la libertad de acción de los ciudadanos, en la participación del que hacer cultural.
Si realmente Albino Ferrer ama la cultura sanlorenzana, debe realizar los cambios pertinentes, como al director de cultura Blas Torales. Atendiendo los fracasos ya mencionados, por otra parte, los eventos como el bicentenario, el desfile, fueron pruebas decisivas para la dirección de cultural y termino aplazándose; por las improvisaciones ya conocidas.
Esta semana se habilita el teatro municipal después de mucho tiempo, contento por esta situación, que sin dudas beneficia a la cuidad, pero es importante tener en cuenta esto, (según los antecedentes): “De nada sirve la iglesia, si no se tiene el santo y tampoco se reza”
La peatonal y el teatro son dos propuestas muy interesante, pero insisto hay que mantenerlo dentro de las perspectivas culturales, caso contrario terminara como una linda iglesia, pero sin santo.
Este cambio en la dirección de cultura es urgente y Blas torales debe ser cambiado, designándose a una persona capaz, ya tuvimos algunos directores capases, como el caso de la lic. Violeta de Mestral y lic. Ángel Maldonado, que dentro de las limitaciones estructurales tuvieron una interesante gestión.
Estos “236 aniversario”, nos propone tener un norte, conociendo los antecedentes, orígenes, evolución histórica y la municipalidad debe ser un árbitro desde la dirección de cultura.