El Ministerio de Salud y Bienestar Social recuerda hoy en su portal que la alimentación infantil a base de leche materna durante los primeros meses de vida promueve la salud y el desarrollo cerebral y motora, y tiende a reducir las enfermedades como diarreas e infecciones respiratorias, incluso las muertes infantiles.

La leche materna fue declarada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como el primer y mejor alimento para el buen desarrollo y crecimiento de los niños y niñas. En el marco del Día Mundial de la Lactancia Materna, la cartera sanitaria insta a las mujeres que se hallan en periodo de amamantamiento a dar el pecho a sus bebés desde el nacimiento hasta por lo menos los 2 años de vida, como una vía válida para protegerlos de diversas patologías.
Se ha establecido que para que exista un buen comienzo en la vida de los infantes, la ingesta de este alimento natural, debe ser el principal y exclusivo durante los primeros seis meses de vida; al cabo de ese tiempo, el infante sigue mamando e inicia un nuevo periodo con la introducción progresiva de otros alimentos complementarios. Al año de edad, el niño debe continuar con la toma de pecho y se incorpora a la alimentación de la mesa familiar. Se recomienda efectuar el amamantamiento por lo menos hasta los dos años de edad.
La leche materna proporciona todos los nutrientes esenciales que necesita el recién nacido para un desarrollo óptimo y disminuye el riesgo a padecer enfermedades. Esta práctica es beneficiosa tanto para la madre como para el niño y/o la niña, independientemente de su situación social o económica. Pero estos beneficios son especialmente importantes para los lactantes que ya se encuentran en situación de mayor riesgo de enfermedad o muerte. No amamantar presenta riesgos a largo y corto plazo, tanto para las madres como para los bebés.
La exclusión de la leche materna para el bebé ocasiona: mayor riesgo de mortalidad, de contraer enfermedades agudas, como la diarrea, las infecciones del oído y de índole respiratoria, y mayor riesgo a adquirir enfermedades crónicas, incluida la diabetes tipo 2; mientras que en la madre puede producir riesgo de contraer anemia y cáncer de mamas y ovarios.
Fuente: MSPBS