Este viernes 25 de abril, el Centro Regional de Educación Saturio Ríos (CRESR) conmemora 70 años desde la colocación de la piedra fundamental del edificio que dio inicio a lo que sería la primera Escuela Rural de la República y, con el tiempo, el primero y más grande Centro Regional de Educación del país.

A lo largo de estas siete décadas, miles de estudiantes han pasado por sus aulas y pasillos, formando parte de una verdadera ciudad educativa que hoy alberga diariamente entre seis y ocho mil personas. Quienes han sido parte del CRESR no solo se llevan una formación académica, sino también un profundo sentido de pertenencia y orgullo que perdura más allá de las fronteras de San Lorenzo.
Ser saturiano es un sello que se lleva con honra en cualquier rincón del país o del mundo. En esta nota, te invitamos a conocer la historia del gran Centro Regional de Educación Saturio Ríos, una institución que ha dejado huellas imborrables en generaciones enteras.
Origen y primeros pasos
El Centro Regional de Educación Saturio Ríos (CRESR) nació de un acuerdo de cooperación educativa firmado el 17 de marzo de 1945 entre Paraguay y Estados Unidos, aprobado por el decreto Nº 8.635 del 10 de mayo del mismo año. Ese convenio incluía un programa cooperativo de formación docente destinado a fortalecer la enseñanza en zonas rurales.
En 1952 comenzó a funcionar en San Lorenzo una Escuela Experimental que tenía como objetivo perfeccionar a los maestros y maestras rurales. Los docentes seleccionados residían en internados de la institución —la mayoría llegaba desde el interior del país— y, al mismo tiempo, se impartían los seis grados de educación primaría.
Proyecto de la Escuela Normal Rural
El éxito de la Escuela Experimental hizo evidente la necesidad de ampliar su infraestructura y capacidad de formación. El 29 de junio de 1954 se firmó un nuevo convenio entre el Ministerio de Educación de Paraguay y el Servicio Cooperativo Interamericano de Educación de Estados Unidos, que permitió construir edificios propios para la Escuela Normal Rural. Con una donación de 185.000 dólares del Instituto Interamericano y la cesión del local de la antigua Escuela Franklin Delano Roosevelt —junto a terrenos adyacentes—, se dotó al centro de aulas, talleres y laboratorios modernos.
Primera Escuela Rural de la República
El 25 de abril de 1955 se colocó la piedra fundamental de la primera Escuela Normal Rural del país. Apenas un año después, el 26 de abril de 1956, autoridades nacionales y extranjeras inauguraron oficialmente el edificio, con capacidad para 80 alumnos internos. Estudiantes de localidades lejanas —como San Bernardino, Areguá, Pilar, Yaguarón, Atyrá, Mbuyapey, Arroyos y Esteros, Villeta, San José de los Arroyos y General Aquino— encontraron allí una formación técnico-pedagógica de primer nivel.
Evolución institucional
Entre 1956 y 1963, la Escuela Normal Rural formó a 161 maestras con sólida preparación técnica y valores comunitarios. El 1º de mayo de 1963, por decreto Nº 28.343, se transformó en Escuela Normal Superior, ofreciendo cursos de especialización para docentes en servicio. Más tarde incorporó el ciclo básico, el bachillerato humanístico y dos escuelas primarias de aplicación, consolidándose así como el Primer Centro Regional de Educación del país.
El nombre de Saturio Ríos
En 1967, mediante el decreto Nº 29.576, la institución recibió el nombre de “Centro Regional de Educación Saturio Ríos”, en homenaje al destacado telegrafista y pintor paraguayo de la Guerra de la Triple Alianza (1864–1870).
Legado y proyección
Hoy, exalumnos y exalumnas del CRESR recuerdan con gratitud su paso por estas aulas. Muchos de ellos ocupan cargos docentes y de gestión en todo el país, llevando el prestigio de San Lorenzo a cada rincón de Paraguay. El Saturio Ríos se mantiene como un referente de excelencia académica y compromiso social, fiel al legado de quienes lo fundaron.