La cooperativa San Lorenzo: ¿Una democracia o una dictadura?

El Instituto Nacional de Cooperativismo INCOOP, está tramitando la solicitud de “IMPUGNACION DE LA ASAMBLEA EXTRAORDINARIA” de la Cooperativa San Lorenzo Ltda., realizada en el mes de julio pasado, en la cual, a propuesta del consejo de administración, se incrementó el monto del aporte de solidaridad y del fondo de mantenimiento de la sede social, así como la modificación de una cantidad importante de artículos del estatuto social.

Dicho pedido de impugnación, fue presentado por un grupo de socios presentes en la asamblea que cuestionaron duramente el procedimiento por el cual se llevó a votación y aprobación los asuntos tratados, puesto que, según ellos, fue un hecho aparentemente ilegal y anti estatutario en cuanto a la forma en que se aprobaron los puntos del orden del día. O sea, una vergüenza.

Tras la comunicación a la cooperativa de ese proceso sumarial por parte del INCOOP, los representantes legales de la institución en un escueto y poco convincente escrito de defensa, alegaron que “todo se llevó a cabo con normalidad”, que los puntos fueron aprobados “por unanimidad de los más de 900 socios presentes” y otros argumentos falaces y fácilmente rebatidos, según los socios impugnantes. O sea, sería una mentira.

Los socios impugnantes afirman que la asamblea fue un circo, en el que el presidente de asamblea y los socios mocionantes de los puntos aprobados, en su mayoría miembros del consejo de administración o comités, no dieron lugar a otros socios ni siquiera la posibilidad de mocionar y mucho menos poner a votación sus propuestas. O sea, una dictadura.

Según este grupo de socios, fue temerario lo afirmado por el abogado de la cooperativa al dar una cantidad de socios presentes, siendo que en ningún momento el presidente de asamblea ni el tribunal electoral se dignaron en hacer el recuento de socios para cumplir con las disposiciones de la ley para aprobar los puntos en cuestión, y los firmantes del libro de asistencia no representan la verdadera cantidad de quienes estaban presentes en el momento de la votación. O sea, una verdadera estaf… bueno, y bajando los decibeles, podemos decir que fue una bolaterapia.

De concretarse la impugnación de la asamblea extraordinaria, el consejo de administración que ya se encuentra cobrando el incremento en el aporte por solidaridad, debería devolver lo cobrado a los socios o encontrar el método contable para acreditarles al próximo año si así autoriza el asociado. Así mismo, las modificaciones al estatuto quedarían sin efecto y tal como lo solicitan los socios impugnantes, el costo de la realización de la asamblea tendría que ser devuelto a la institución por el presidente de asamblea como principal responsable de la mala conducción del evento. O sea, lo ideal es que se haga JUS-TI-CIA.

Solo falta la decisión final del INCOOP y esperemos que este organismo rector del cooperativismo falle a favor de los socios y no se convierta en cómplice de una claque enquistada por años y que no le hace ningún favor al espíritu cooperativista. O sea, que no se convierta en una nueva desilusión para la sufrida masa cooperativista de San Lorenzo.