Menores de 3 meses y recién nacidos son más propensos a cuadros graves de Chikungunya

Si bien es sabido que la epidemia de Chikungunya afecta a personas de todas las edades, los neonatos y bebés menores del primer año de vida son quienes generalmente cursan los cuadros más graves de la enfermedad. Al respecto, desde la Unidad de Cuidados Intensivos Pediátricos (UCIPe) de la Facultad de Ciencias Médicas de la UNA y el Hospital de Clínicas, informaron que alrededor de 15 pacientes con Chikungunya requirieron de cuidados intensivos; dos de 17 años y el resto menores de 3 meses de edad, la mayoría provenientes del Departamento Central. 

La Dra. Debora Núñez, jefa de la UCIPe, recordó que en enero empezaron a aparecer los primeros casos sospechosos que luego fueron confirmados por el Ministerio de Salud, a través de las pruebas de PCR para Arbovirosis que daban positivo al virus Chikungunya; pero que en ese entonces no eran muy graves con relación a los observados a finales de febrero y marzo.

“En general estamos viendo muchos casos graves en menores de 3 meses y entre ellos los recién nacidos que requieren de cuidados intensivos. En la mayoría de los casos el ingreso se da a causa del shock que es un estado circulatorio alterado que no compensa las necesidades basales del organismo; es decir, por un cuadro de deshidratación severa que no se salva precisamente con una hidratación nada más, sino que además hay que mirar al corazón oportunamente. Ya que el corazón es la bomba que distribuye la sangre a todo el cuerpo y se ve afectada por la inflamación”, advirtió. Y que cuanto antes se apliquen medicamentos para el corazón más rápida es la recuperación, por lo que fue enfática en resaltar la intervención temprana como factor protector.

Señaló que hasta el momento se ha observado que los recién nacidos con Chikungunya por transmisión vertical (que ocurre durante el parto) son los más propensos a sufrir una enfermedad severa. Por eso insisten en el cuidado de las embarazadas, recién nacidos y menores de 1 año, que, ante cualquier síntoma de fiebre, inapetencia, irritabilidad, rash (piel roja) reticulado o moteado, vómitos, diarrea o náuseas, acudan lo antes posible en busca de atención médica.

La especialista agregó que otro punto importante en los pequeñitos es la afectación del cerebro y médula espinal, siendo las primeras manifestaciones irritabilidad, es decir, el llanto que no se calma con nada. Y en los escolares o adolescentes la cefalea intensa, cambios en la conducta, convulsiones o debilidad de las piernas que va progresando a veces hasta retención urinaria.

“Son cuadros de encefalitis diseminadas o Guillain Barre secundario al virus, que ya son más difíciles de tratar y que necesitan de terapéutica más costosa como llegar a plasmaféresis incluso. Sin embargo, también existen afectación renal, hepática y hematológica pero que se recuperan de manera espontánea una vez que el corazón mejora. Sin dejar de darle importancia ya que el único paciente fallecido que tuvimos hasta ahora fue a causa de una falla hepática fulminante y sangrados”.

Por último, remarcó que por más que al inicio del cuadro sea difícil diferenciar entre una chikungunya de dengue, el tratamiento no es el mismo, por lo que siempre hay que pensar en ambos y descartarlo mediante pruebas de PCR. Y que como profesionales de la salud se encuentran abocados junto con expertos de Latinoamérica en el proceso de escribir, corregir y lanzar lo antes posible las guías de detección y protocolo de manejo y tratamiento del Chikungunya en niños.

Fuente: Dpto. de Comunicación Social de la FCM-UNA