Varios contextos duros tuvieron que atravesar las enfermeras, que fue fortaleciendo al sector. Al respecto, la licenciada Hermenegilda Centurión Escobar, supervisora del Departamento de Enfermería del Hospital de Clínicas de la FCM-UNA, nos comenta sobre su experiencia en estos 35 años que lleva trabajando para la institución.
Relató que ingresó a formar parte del staff de enfermería apenas se recibió de licenciada. Señaló que, en los inicios de su profesión, aparte del cuidado del paciente, de dar orientaciones a los familiares de los enfermos, debían de realizar la limpieza de la sala porque había escaso personal encargado del servicio.
Afirmó que además trabajaban ocho horas diarias, para luego de varios años de lucha gremial poder pasar a seis horas. Además, cada 15 días debían de hacer guardias de 12 horas y afirmó que era durísimo, porque además tenían que alzar y movilizar a los pacientes, muchas veces solas, por lo que la mayoría actualmente tiene achaques físicos.
“Es importante valorar al personal de enfermería, que día a día está con los pacientes en las salas y también en los consultorios. La parte gremial bastante nos acompañaron para lograr que se respeten nuestros derechos, como contar con una jubilación”, resaltó.
Por otro lado, recordó que cuando empezó a trabajar en Clínicas, entonces en la sede Sajonia de Asunción, a causa de las luchas gremiales en la época del ex dictador Alfredo Stroessner, padecieron de ataques en pleno hospital. Tuvieron que hacer un cordón para proteger las salas de internación, a fin de evitar que los atracadores dañaran a los pacientes.
“Elsa Mereles luchó mucho por nuestros derechos (fue la fundadora de la Asociación de Enfermeras). Atropellaron el hospital, muchas de las salas, en especial de clínica médica en planta baja, tuvimos que cerrar todo para que no les hagan daño a los pacientes. Fui muy jovencita y hacíamos cordón para resguardar las salas”, acotó.
Señaló que justamente gracias a la Asociación Paraguaya de Enfermería, que además de la lucha gremial apostó a la capacitación, fueron mejorando los profesionales del área en todos los sentidos. “Hay bastante diferencia. Ahora trabajamos bien en Clínicas, en cuanto al horario sobre todo”, resaltó.
La pandemia
La pandemia significó otro gran desafío para la enfermería. Al respecto, dijo que no tuvo miedo y tampoco gran parte de sus compañeras y compañeros que se dedicaron como siempre a dar lo mejor en favor del paciente.
“Al inicio algunas compañeras se enfermaron, pero siempre nos cuidamos con las barreras de protección correspondientes. Acompañamos a los pacientes sin importar nuestra vida, se acompañó a familiares”, dijo.
A las personas que están pensando embarcarse en la profesión, les instó a que no olviden que tratan con seres humanos, que hagan un trabajo humanizado, que quieran a sus pacientes. La vocación de servicio aseguró que es fundamental, además del soporte espiritual.
Por: Dpto. de Comunicación Social de la FCM-UNA
