Mbeguemí Online: LA FÁBRICA DE CHOCOLATES

PARECE QUE YEYMA…

Todavía está pegado frente a mi casa un afiche con la cara de un jóven muy simpático y gentil. Si uno lo mira detenidamente, piensa: ¡Este debe ser el tipo más bueno y genial que existe! ¡Qué calidad de persona! ¡Seguro que si vamos a su oficina nos va a recibir con los brazos abiertos! ¡Esta es la persona que necesitamos!

Con los últimos calores, y algunas lluvias, al afiche se le ha ido perdiendo el brillo y hasta los colores que tenía. Parece medio gris, lúgubre. Y la cara que antes tenía una brillante sonrisa se ha marchitado. Poco a poco la linda imagen se va perdiendo, y uno siente ganas de agarrar una esponja y un cepillo y quitar esa “cosa fea” que está por la columna.

En realidad, igualito que el cartel, parece que la imagen de nuestro “joven y transparente intendente”… empieza a perder brillo. Ya no se ve tan sonriente, ya no parece tan amable y gentil, y todo aquello que escuchamos sobre el “cambio”, la “renovación”, la “transparencia”, la “honestidad”, resultó ser un verso. Un verso que ni siquiera rima.

Apenas han pasado 90 días desde que “Felipito” asumió, y ya empieza a mostrar ciertas aristas que nada tienen que ver con “aquel candidato” que nos vendieron. De hecho sigue rodeado de la misma gente bosta: los que ya estaban haciendo cagadas con “tio albino”, que continuaron cagándonos con kiñokis, y que se divirtieron a lo grande durante los meses del carnaval presupuestario del estanciero pyahu… Nery colarte.  

NADA DE TRANSPARENCIA

Una de las cosas que no le gustan a nuestro gentil intendente es la transparencia. No quiere saber nada de información pública. Nada de mostrar documentos. Le importa un pepino que haya una docena de minutas y resoluciones de la Junta Municipal pidiendo informes sobre diferentes cosas. ¡Nada! ¡Orden superior!

Parece que aquello del ADN era cierto. Hay cositas que se heredan. Lástima que las épocas han cambiado: en las épocas de nuestros abuelos –por ejemplo- el ministro del interior aterraba al país, pero en estas épocas se le hace juicio político y ¡chau!. Antes los Delegados de Gobierno hacían lo que querían, ahora si el gobernador roba ¡afuera!

En las municipalidades gobiernan los intendentes, y las juntas municipales. Aquellos que han confundido la Intendencia con una monarquía absolutista, han terminado con una patadita en el culo… paseando por la llanura. ¡Lástima! Porque el que sube después para reemplazarlo –caso San Lorenzo- casi siempre es peor aún que el que sacaron.

PROTEGIENDO LA FÁBRICA DE CHOCOLATES

El amigo está muy entusiasmado con su fábrica de chocolates. ¿Qué raro, no? Acá no se planta cacao. Y los bombones huelen muy feo. Pareciera que alguien quiere esconder viejas cagadas poniendole etiquetas de golosinas ¿Será que el pueblo se va a tragar todo eso? La mierda es mierda, y no hay etiqueta ni papel dorado que pueda ocultar eso.

Algunas personas han ido hasta la Secretaría General a pedir algunas resoluciones municipales.

Y el secretario ha pegado un salto en su hermosa silla giratoria. ¿Qué?

¿Las resoluciones? ¡Nooo!

¡Eso está prohibido! ¡No se pueden ver! ¡Eso es secreto! Secretísimo y recontrasecretisisisimo. Solo el Intendente y el Secretario las pueden ver.

Según San Rojas, nuevo ángel guardian de los archivos, que un simple mortal pueda ver una Resolución Municipal de San Lorenzo es un pecado imperdonable. Lo mismo sostiene San Macedo, querubín de la orden de la “santa asesoría” que ha encontrado un montón de argumentos rarísimos… que demuestran que la transparencia es pecado.

Imagínense la osadía de un periodísta (gente herética y pecadora) que se atreve a invocar la Ley de transparencia para mirar todas las resoluciones municipales del año 2021. ¡Justo ese año en que kiñokis, colarte y la santa aplanadora bendecían a estas tierras con su cruzada financiera! ¡No! ¡Nadie puede ver esas resoluciones! ¡Prohibido!

Mientras tanto, el nuevo, jóven y sonriente Lord Mayor insiste en hacernos creer que la municipalidad está llena de chocolates, bombones y golosinas, y que es su deber custodiarlas. No importa que el olor que sale de adentro no parezca chocolate sino mierda vieja. No importa que tenga que gobernar tapándose los oídos para no escuchar los pedidos que cada miércoles le hacen los nuevos concejales. Él es el rey del chocolate.

LOS MEJORES BOMBONES

Mientras Felipito se tapa los oídos para no escuchar, la familia de bombones que vive del cementerio continúa jodiendo a la gente. El bombón mayor le vende panteones a gente incauta en las veredas del cementerio. La bombona jefe manda a enterrar finados en las plazas (eso si, como si fueran chocolates), y el bombón menor coimea en la calle.

Mientras el lord mayor se niega a escuchar los reclamos de sus concejales, el Polideportivo Municipal ya casi no tiene ventanas, “personas no identificadas” reventaron todas las butacas, los baños y hasta la grifería. ¿No serían esos vándalos los mismos “amiwis” a los que se les dio permiso para farrear sobre el piso de parquét?

Mientras el mandamás sanlorenzano está muy ocupado con el milagro de convertir cagadas ajenas en chicles, caramelos y chupetines, los muchachos de los mercados privatizan la energía de la ANDE y cobran la luz “pro bolsillo” dejando mensualmente una deuda cada vez más grande por la electricidad. Pero, estamos progresando, dicen.

Mientras se habla de las grandes obras que se hacen en San Lorenzo, bastaron 10mm de lluvia (un centímetro) para que la Avenida de la Victoria y todas las calles aledañas se llenen de agua. Los super-ingenieros de Arnoldo Wiens están gastando millones de dólares en hacer desagues para lluvia, y al final la vida sigue igual. ¡No pegan una!

Y pensar que varios concejales corrieron a hacerse SELFIS cuando empezaron las obras en La Victoria. Hasta usaron las fotos para promocionarse con “sus obras de gobierno”, y resulta que el miércoles cuando se presentó una nota reclamando que “la super obra” no sirve para un carajo, ellos no sabían nada. Pero, como siempre, mostraron su “profunda preocupación” por los vecinos, se prendieron a la denuncia ajena, eré, eréa.

Y que nadie se olvide del chocolate mentolado que viene directo del Consejo Local de Salud. Dicen que ese es un chocolate laxante, porque a medida que los muchachos se morfaban el gran chocolatón pabellón no paraban de hacer cagadas. Y tan apurados que entraban y salían del baño que se les acabó el papel con membrete para limpiarse.

Esos mismos rekutuseros, que sienten tan profunda preocupación por el pueblo son los que ponen cara de culo (y corren a un cuarto intermedio) cada vez que alguno de los nuevos presenta alguna minuta pidiendo informes o denunciando algo. Parecen estar más preocupados porque los chocolates sigan siendo chocolates… y no sus viejas cacas.

LA CANCIÓN DE CUNA DE LOS CHOCOLATES

Mientras las etiquetas de golosinas y el papel dorado son cada vez menos eficientes para proteger los chocolates, bombones y caramelitos… cuyo delicioso aroma cloacal va saturando el ambiente y trayendo toda clase de moscas, cucarachas y mberu hovy, la armonía parece crear una atmosfera de relajación y descanso. ¡Todo se ve tan lindo!

Solo falta que en cada piso coloquen a un violinista a tocar música. Y si es posible, que sean canciones de cuna, o música muy suave y lenta… para que la tortuga (ña contraloría) siga durmiendo a pata suelta y no revise nada.

¡No vaya a ser que los de la contraloría empiecen también a hacer preguntas! ¡O que quieran ver las resoluciones!

Parece que si uno solo de los chocolates se llega a destapar, y justito ese era una cagada de kiñokis, o de nery, o de albino… ¡Ñandejara sapatu taco! Se cae la estantería. (Si uno cae, caemos todos, decía un equilibrista del circo) y la cosa se pone fea, porque los choco-kk empiezan a derretirse con el calor ¿será por eso que hay tantos aires nuevos?

LA GRAN FAMILIA CHOCOLATERA

Parece que el tema central de toda esta chocolateada, tiene que ver con las elecciones que vienen dentro de año y poco. No hay que permitir que la gente pille que los amigos de aña tití han estado metiendo la mano en la lata. No se puede contar lo que hicieron Alcibíades y Nery (y quizás alguien mas que andaba corto de fondos electorales)…

Para colmo ¡Justo ahora!, allá en Asunción se le descubrieron los caramelitos al correlí Giuzzio ¡que mala suerte! Eso no ayuda para las generales. Así que muchachos… ¡orden superior! En San Lorenzo todos sordos, ciegos, mudos (y con la naríz tapada) nadie sabe, nadie supo. Como dice el regetón “lo que pasó, pasó”.

Voto de silencio para todos.

Post Data

Ante la aparición de comentarios malintencionados en publicaciones poco serias de las redes sociales, cumplimos en informar a la población sanlorenzana que:

  1. Nosotros no fuimos, luego. Tampoco sabemos nada.
  2. Estamos abiertos a cualquier consulta de la ciudadanía, las 24 horas del día y de la noche, los siete días de la semana (Ya les avisaremos cuándo será eso).
  3. Las puertas de la Secretaría General están abiertas a todos los ciudadanos y ciudadanas que quieran ver cualquier cosa. Solo tienen  que acercarse con su Orden Judicial y una nutrida escolta policial y serán atendidos.
  4. La municipalidad no esconde información, la protege de los simples mortales.
  5. Cualquier reclamo puede ser remitido por correo al vertedero municipal.
  6. No olviden que para el jefe San Lorenzo es SU CIUDAD y SU PUEBLO… (ustedes nada que ver, luego).