Pagó por su terreno en 1987, pero apareció otro que reclama como suyo

En 1987, Oscar Villar, se llenó de ilusión al comprar a cuotas un terreno ubicado en la calle Pedro Sardi entre Demóstenes y Concordia del barrio Lote Guazú de San Lorenzo, todo estaba bien hasta que apareció un tal Reinaldo Bazán, quien reclama como suyo el predio mencionado e incluso consiguió desalojar a Villar y procedió a alambrar. El caso llegó a la justicia, ya que según denuncia hecha por Villar el documento presentado por Bazán carece de validez porque sería no auténtico.

Oscar Villar (sentado), en la vereda del predio que compró en 1987

Compró del titular en 1987. Según el relato de Villar, en 1987 el terreno en cuestión compró a cuotas de la inmobiliaria Neptuno SRL, pero antes de hacer el traspaso fallece Pablo Schneider (titular de la empresa inmobiliaria), por lo que el comprador cuenta como documento validado el contrato de compra venta que hizo con el propietario.

Aparece Bazán. Recientemente se presenta Reinaldo Bazán, quien dice ser propietario del predio presentando un documento de compra venta, donde supuestamente figura que la negociación la realizó en el año 2013, con la venia de los hijos y la viuda de Schneider, sin embargo, Carlos Schneider – uno de los hijos –, asegura que su finado padre vendió el terreno a Villar e incluso niega categóricamente que haya firmado el documento que presentó Bazán por lo que se presume que la firma sería falsificada. (según denuncia presentada por Villar).

El caso en la justicia. Villar decide iniciar trámites en la justica ya que manifiesta que él compró con todos los trámites que figura en la ley, sin embargo, pese a que se presentó todas las pruebas a favor de Villar, el juez César Godoy, dio como dueño del predio en cuestión a Bazán y ordenó el desalojo.

En la fiscalía. Villar cuenta con el apoyo de los vecinos, quienes manifiestan que él es el propietario legítimo ya que adquirió en la misma época que ellos compraron de la misma fracción e inmobiliaria. El trámite judicial sigue en la fiscalía a cargo de Cristian Roig, quien probablemente ordenará un peritaje técnico caligráfico para determinar si las firmas son auténticas o falsificadas.