Realizan compleja cirugía correctiva a paciente oncológico

Esta mañana, traumatólogos del Hospital de Clínicas de la Facultad de Ciencias Médicas de la UNA, llevaron a cabo una cirugía de injerto a un paciente masculino de 78 años, que presentaba un tumor en el área supraclavicular  (entre el cuello y el hombro) del lado izquierdo

Esta mañana, traumatólogos del Hospital de Clínicas de la Facultad de Ciencias Médicas de la UNA, llevaron a cabo una cirugía de injerto a un paciente masculino de 78 años, que presentaba un tumor en el área supraclavicular  (entre el cuello y el hombro) del lado izquierdo.

El Prof. Dr. Gustavo Vivé, jefe del Departamento de Mano de la Cátedra y Servicio de Traumatología del Hospital de Clínicas, contó detalles del injerto colocado a un paciente con cáncer ulcerado que presentaba una deficiencia de cobertura de la clavícula fracturada con una osteomielitis aguda.

“En principio era un tumor bastante agresivo a nivel local, no era un tumor que genere metástasis. Sí, el paciente había sufrido una lesión que se fue agrandando hasta llegar a un área de ulceración de aproximadamente 8x12cm, exponiendo la clavícula que terminó fracturándose y al estar en contacto el hueso con el medio ambiente, es lógico que terminara infectándose”.

El profesional manifestó que en una primera etapa, al paciente se le practicó la resección tumoral y remitido el material de la clavícula re infectada a Anatomía Patológica, arrojando como resultado que los márgenes estaban limpios, es decir, que estaban exentos de células tumorales.

“Esperamos el tiempo prudencial para ver si podíamos controlar la infección y la forma de  controlar la misma es con exámenes de laboratorio seriado. Cuando comenzamos a ver que la infección estaba cediendo gracias a los antibióticos y el procedimiento de resección del tejido infectado, procedimos a la cobertura y lo que se le hizo fue un colgajo (tejido retirado de cuerpo que va munido de su propia irrigación) o sea, que no depende del área donde va ser depositado, del área receptora, que sería el área del hombro por arriba de la clavícula y la cúpula pleural”, explicó.   

Durante el procedimiento quirúrgico, los traumatólogos aplicaron al paciente un colgajo del dorsal ancho de 20x12cm, que le fue retirado de la espalda y colocado en el área de la lesión.

“Lo que le hicimos fue una cirugía correctiva, que en principio, Dios mediante, el paciente estaría curado.  Lo único que esperamos es la cicatrización de los tejidos, que en un paciente de 80 años requiere un poco más de tiempo a diferencia de un paciente convencional”.

Cabe destacar que previo a los procedimientos, los especialistas realizaron una junta médica debido a las complicaciones que pudieran generarse al tratarse de un paciente oncológico con fractura infectada.

Prof. Dr. Gustavo Vivé

El problema de una infección es que al no ser tratada o librada de su historia natural puede evolucionar a un cuadro de infección de otros órganos. El órgano principal que se sucede normalmente en un paciente comprometido como este, es el riñón, lo que puede desencadenar en una insuficiencia renal y el riesgo de vida es bastante alto, pudiendo incluso ocasionar la muerte en 48 horas. Por eso tuvimos el apremio de tratarlo con toda la inmediatez y estructura que posee el hospital”, recalcó.

Tanto familiares como el paciente sometido a la compleja cirugía están muy satisfechos con el resultado, puesto que se trataba de un caso que podría comprometer su vida. De ahora en más, y una vez cicatrizada la herida, los médicos esperan optimistas que el paciente pueda recuperar su vida normal.

Fuente: Dpto. de Comunicación del Hospital de Clínicas