A medida que la fecha de las elecciones municipales se va acercando, pareciera que la desesperación se incrementa en el campamento oficialista. De hecho, como la ciudad estuvo mal, y actualmente está cada vez peor, y como tampoco se pueden hacer obras cuando el dinero –misteriosamente- se ha evaporado… entonces los viejos mafiosos de la política local recurren a cualquier tipo de NEGO$IO con tal de obtener algunos votos que eviten la inminente paliza electoral que bien se tienen merecida.
Y prueba de ello es que mientras hay calles literalmente tragadas por la mala combinación de fuertes raudales y débiles construcciones, el gobierno municipal usa los recursos que consigue para arreglar calles… a cambio de favores y promesas políticas.
Mientras el microcentro de la ciudad es un caos vehicular a causa de la desorganización y del pésimo estado de las calles, se hacen obras superfluas en lugares no estratégicos y hasta se podría decir… absolutamente innecesarios. Pongamos como ejemplo el asfalto que se está utilizando para regularizare la calle Domingo Savio del barrio Barcequillo: una obra totalmente innecesaria, por cuanto se hace:
- En una calle poco transitada.
- En una calzada empedrada que –actrualmente- estaba en buenas condiciones de circulación.
- En una arteria que no tiene asfalto ni antes ni después de las dos miserables cuadras que van a ser regularizadas.
- Una calle que no tienen ningún protagonismo ni importancia estratégica a la hora de canalizar u organizar mejor el tránsito automotor de Barcequillo… y mucho menos de la ciudad de San Lorenzo.
Encima, pese a ser una calle municipal, el intendente –que pareciera que ya no tiene plata para hacer asfaltos- estaría utilizando cierta amistad con el ministro Arnoldo Wiens para regularizar dos cuadras de empedrado en un lugar intrascendente de Barcequillo.
La pregunta del millón es la siguiente: ¿Por qué tienen tanto interés el intendente Quiñones y el Ministro Wiens en asfaltar dos cuadras de la calle Domingo Savio, del barrio Barcequillo?
¿Por qué hacen este enorme gasto de llevar maquinarias viales, personal, y el costoso asfalto hasta ese lugar, precisamente?
Es difícil de creer, pero es absolutamente cierto: están asfaltando la calle frente a la propiedad del político Oribe Sosa. Y las malas lenguas del barrio aseguran que esa sería una de las condiciones que le habría planteado Oribe Sosa al Intendente Quiñones para apoyar electoralmente la candidatura de Felipito Salomón. Es un rumor, nomás, pero algo de cierto ha de tener, porque Barcequillo es un barrio grande. Y cuando el rio suena…
Se ve claramente la mano de cierto senador, y del presidente bíblico en este tipo de cosas, y se ve también, que –haciendo cálculos- el invencible candidato se está dando cuenta que cada día está más rezagado… y no solo en la interna, sino también con los otros candidatos que no son colorados.
A la hora de la verdad, -al menos en Barcequillo- este nuevo acto de estupidez política, antes que sumar una o dos docenas de votos alquilados, estará restando centenares de votos de los furiosos vecinos del barrio Barcequillo.
