Hace un año la “bomba de tiempo” anunciada en el mercado explotó

Hace exactamente un año de aquel incendio producido en el mercado de San Lorenzo que consumió más de 260 precarias casillas ubicadas desde años anteriores de manera ilegal en plena calle Gral. Caballero entre Mcal. Estigarribia y Julia M. Cueto. Las llamas también devoraron varios comercios considerados legales ubicados dentro de predios aledaños al lugar. El origen del fuego quedó en total misterio, ya que según las autoridades se tuvo que actuar rápido para salvar mercaderías de varios puestos y comercios del entorno del “infierno” de ese Sábado Santo, además se sacó con la misma velocidad las toneladas de materiales quemadas del lugar del siniestro.

Ruidos de sirenas de bomberos, policías y hasta ambulancias rompieron el silencio de la madrugada del 4 de abril del año pasado (Sábado Santo), es que el fuego que aparentemente se inició justo en el medio de la calle Gral. Caballero se propagó rápidamente ayudado por las mercaderías del tipo de tiendas y mercerías que eran exhibidas diariamente en una calle que fue cerrada ilegalmente por unos 30 años.

El perjuicio económico para los dueños de casillas y propietarios de locales ubicados dentro de los predios fueron millonarios e incluso la ciudadanía sanlorenzana también tuvo que pagar parte de ella, ya que las autoridades municipales decidieron repartir a los que ocupaban la calle de manera ilegal más de 3.500 millones de guaraníes.

Mayoría de las entregas de ayuda a los perjudicados alcanzó a los que ocupaban la calle Gral. Caballero (260 casilleros aproximadamente) además se entregó a varios propietarios de locales del entorno del centro de compras municipal (algunos rechazaron el dinero) hubo inquilinos de piezas y departamentos recibieron la ayuda, yuyeras y vendedores de discos compactos también figuraron en la lista de pago.

A la suma de los 3.500 millones de guaraníes se agregaron varios millones más, porque durante un buen tiempo varias personas se acercaron hasta la municipalidad reclamando que no figuraban en la lista de cobro a causa de no ser del agrado de algunas líderes como Marcelina Romero, según las propias denunciantes.

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