Escrito inspirado en los mensajes del Papa Francisco (Enviado a nuestro inbox)

Por Egidio Manuel Aguirre Silvero

Apreciado lector. No hace falta humillar al otro por querer presionar o ganar risas a cambio. Eso es más bien un vil chantaje que ni está permitido en el reino de Dios al que llamamos “cielo”. Carisma es saber pedir bien, sin ofender al prójimo, tal y cual Cristo nos enseñó con su mandamiento. Carecer de paciencia y explota de balde, es signo feo, es porque el carisma está muerto… Buscar las palabras precisas y asertivas es de los carismátic@s y ell@s no ofenden, no humillan, tienen paciencia, ell@s piden bien las cosas… Paciencia, autocontrol, asertividad, respeto, amistad, buena onda y por sobretodo Carisma, carisma y Carisma gente…

Aprendamos a pedir bien las cosas!!No hace falta elevar la voz ni ofender!! No es la manera de tratarle al prójimo con la voz elevada!! Ni pongamos de excusa nuestra cultura ni lo impongamos!! El dialogo se hace sobre la mesa. Un buen diálogo intercultural es sinónimo de buen uso del relativismo cultural, basado en el respeto y la asertividad. Yo creo que se puede lógicamente.

Asumamos el conflicto gente. “No nos cerremos en nosotros mismos”. Abramos nuestros corazones a los demás, como Cristo lo hizo con todos. Aprendamos a escuchar a los demás. “El diálogo es sobre la mesa, claro. Si vos, en el diálogo, no decís realmente lo que sentís, lo que pensás, y no te comprometes a escuchar al otro, ir ajustando lo que vas pensando vos y conversando, el diálogo no sirve, es una pinturita. Ahora, también es verdad que el diálogo no es fácil, hay que superar muchas las dificultades y, a veces, parece que nosotros nos empecinamos en hacer las cosas más difíciles todavía.

Para que haya diálogo es necesaria una base fundamental, una identidad. Buscar en cada caso las soluciones por el diálogo. El acuerdo es un paso hacia adelante” (Papa Francisco, 11-07-2015) Pero no olvidemos nuestro hermanazgo ya sea en cristo o en la carrera o en el trabajo, nuestra amistad entre nosotros es vital. No nos discutamos innecesariamente por nimiedades que nos impone un absurdo muro, que nos separa del otro. Cumplamos el mandamiento de Cristo y los de Dios. Respetémonos, no humillemos ni levantemos la voz al otro cuando se equivoca, seamos asertivo@s y por sobre todo CARISMÁTIC@S…

Si quieres copiar el modelo de Cristo, autoanalízate y cambia. “Juguemos limpio gente”. Seamos auténticos cristianos. Auténticas personas. Un auténtico cristiano o auténtica persona no eleva la voz o atropella cuando habla… Dialoga. Un auténtico cristiano o auténtica persona no ofende al otro… Lo trata bien. Un auténtico cristiano o auténtica persona no es rencoroso… Perdona. Un auténtico cristiano o auténtica persona no huye del problema… Lo sabe enfrentar. Un auténtico cristiano o auténtica persona no esconde su culpa… Acepta y se predispone a cambiar…. Así que aceptemos nuestras culpas, meditemos nuestros errores y todo lo que ya está en este texto. Te lo digo a vos porque te aprecio y porque podemos ser mejores personas cada día, porque la vida es bella y no vale la pena andar amargados o con ira. No perdamos nuestro tiempo en baladíes, en cosas que nos hacen dar la vuelta y nos propicia los roce, que nos hiere nuestro ser no vale la pena comportarnos así. Aceptémonos tal y cual somos. Busquemos el bien común con buen trato. Paz y amistad. Atte. Un servidor.