A UNA SEMANA DEL INCENDIO …MAS QUE A QUEMADO.. A PODRIDO.

                                                                                                                                              Espacio reservado

Debemos escudriñar en nuestra esencia antropológica para darnos cuenta que uno de los males del común paraguayo es desligarnos y trasladar nuestras culpas a algún otro semejante. NUNCA TENEMOS la culpa de nada.. Siempre el hijo del vecino, la suerte, el viento, el calor y  en el caso del incendio del sábado anterior,  según el INTENDENTE, fue nada más y nada menos que DIOS. No sabemos si dentro de la amplitud religiosa del LORD MUNICIPAL, fue el propio DIOS, creador del UNIVERSO, o JESUCRISTO su hijo, que por ese entonces,  podría haber estado fumando o tal vez probando algún elemento pirotécnico (12×1) en el mercado de San Lorenzo, en vista de su próxima resucitación. Por supuesto, haya sido DIOS PADRE o DIOS HIJO, o ambos los culpables, no cabe más que agradecerles de nuevo al dúo divino, no por el incendio, sino  porque como supremos hacedores del destino, enviaron una copiosa lluvia en el momento en el que las llamas se le iban de las manos a los bomberos, y de no ser por esa circunstancia divina, tal vez la catástrofe no iba a controlarse ni hasta el próximo feriado, ya que para acrecentar la mala broma de Dios (según el intendente), los bomberos estaban con el carro hidrante descompuesto, porque según los valientes bomberos, la municipalidad no desembolsó los fondos para la reparación del motor, y fue así que recurrieron a carros de bomberos de otros municipios, (algunas bocas hidrantes estaban tapadas por casillas y otras no funcioaban), para que con su hidalguía y fortaleza de siempre, y con pocos recursos, pudieran controlar finalmente las llamas.

No hubo un fiscal presente para iniciar una investigación decente y dirigir las acciones que este tipo de sucesos ameritan, tanto es así, que  los camiones y tractores, aun sin orden de los bomberos y antes de que se extingan las llamas en su totalidad,  atropellaron los escombros para *limpiar* no sabemos si de despojos o de algunas evidencias sobre las causas y el origen del incendio. Suponemos, los miembros del ministerio público, no se encontraban disfrutando los placeres del feriado, sino se hallaban en plena reafirmación de su fe, o tal vez aprovechando la semana santa para pedir al mismo DIOS que culpo el Intendente, que ilumine y devele milagrosamente las causas del Incendio. Lo cierto, brillaron por su ausencia.

Hoy, la certeza es que, , el fuego, que generalmente es más identificado con el infierno que con la divinidad celestial, ha causado un perjuicio terrible a comerciantes instalados  legalmente en  espacios privados, como también a los que ocupaban ilegalmente espacios públicos, pero todos ellos, con el consentimiento de la municipalidad, que cobraba cánones por cada negocio y casilla, sean estas de madera, de chapa o ladrillo,  y estén ubicadas en la propia calzada o en las veredas, por lo que no solo para los afectados, sino para todos los ciudadanos,  un suceso tan grave como el que sucedió, constituye una ofensa pública, culpar a DIOS, de un hecho que era previsible hasta para el mas incauto transeúnte, y del que la Municipalidad es la primera responsable por acciones y omisiones, y la reprochabilidad cabe no solo para el ejecutivo municipal sino que se extiende a la Junta con todos los colores que en ella se encuentran.

Por eso la ciudadanía debe redoblar atención a la marcha de los acontecimientos que irán sucediendo en consecuencia del incendio, y sobre todo poner especial atención a los usos discrecionales de fondos públicos y del dinero que utilizaran para reparar y solucionar el problema. La caridad es hoy insuficiente, o incluso tal vez vuelva a acrecentar el problema, y la problemática del mercado no se limita solamente a la disyuntiva de si se abre o no la calle General  Caballero,  sino que es mucho más amplia. No solo basta con “liberar” una calle, que en el 99,99 % de las ciudades del mundo se utiliza normalmente para transitarla. Deberíamos exigir y pedir explicaciones no solo a los de un color político, sino a todos aquellos que tuvieron la posibilidad de haber tratado, exigido y hasta presionado para solucionar los problemas del mercado de forma integral, en la totalidad de su extensión, en todas las calles y con todas las personas que afecta y no solo con los afectados por una calle determinada.

La población debe exigir no solo al Intendente, sino a cada uno de los doce concejales un informe de todas sus acciones durante los cuatro años de gobierno, referidas a temas del mercado para que se deslinden responsabilidades y no aparezcan los oportunistas disfrazados de nuevos héroes críticos, cuando en 4 años tuvieron el poder de accionar con medidas y proyectos y no le hicieron por negligencia, por complicidad o por inutilidad….

Mientras esto no suceda, el tema del INCENDIO del mercado seguirá oliendo MAS QUE A QUEMADO.. A PODRIDO

ROQUE TADEO AVALOS GIMENEZ (ROCKY)

Ciudadano Sanlorenzano