Futuras acciones para buscar mitigar el impacto ambiental que recibe actualmente el arroyo San Lorenzo, fue el tema desarrollado en una reunión realizada el pasado jueves entre técnicos de la Secretaría de Ambiente (SEAM), funcionarios de Medio Ambiente de la Municipalidad de San Lorenzo y empresarios que se encuentran ubicados en la cuenca del Arroyo San Lorenzo. Se espera que esto no quede en una charla más y que luego quede en el opareí.
El encuentro fue en el local del futuro polideportivo municipal de la “Ciudad Universitaria”. La jornada fue organizada conjuntamente por la Dirección General de Recursos Hídricos de la Secretaría del Ambiente y la Municipalidad de San Lorenzo.
El planteamiento giró alrededor de la necesidad de disminuir la contaminación de los arroyos San Lorenzo y Tajazuape, quienes son alimentadores del arroyo Yukyry y este a su vez del Lago Ypacaraí.
En primer término se presentó la Situación Ambiental de la Cuenca del Arroyo San Lorenzo, y luego se habló de un proyecto a realizar en el barrio Marquetalia, donde algunos vecinos proyectan hacer realidad un completo sistema de mejoramiento del medio ambiente que se centra en el manejo de residuos domiciliarios. Este plan incluye educación de modo a clasificar y luego poner cada uno en basureros especiales. Para ello pidieron ayuda a los empresarios presentes en el lugar de modo a conseguir contenedor y otros envases.
Se habló también sobre la posible instalación en algunos puntos de la vera del arroyo los denominados biodigestores comunitarios, que son hechos de bidones de plástico parecido a la que se usa actualmente en la finca sustentable de Ypacaraí y que relativamente son económicos.
Al final surgió la propuesta de realizar una jornada de Educación Ambiental dirigido a la familia en un conocido Shopping ubicado sobre Ruta N° 2 del km 15. La fecha será dada luego de una reunión que se hará en el local de la SEAM.
Es un contenedor hermético generalmente de plástico que permite la descomposición de la materia orgánica en condiciones anaeróbicas y facilita la extracción del gas resultante para su uso como energía. El biodigestor cuenta con una entrada para el material orgánico, un espacio para su descomposición, una salida con válvula de control para el gas (biogás), y una salida para el material ya procesado (bioabono)
