[box type=”shadow”] Ariel Castro (53), estaba cumpliendo la pena de cadena perpetua por el rapto y violación de tres mujeres durante una década en Cleveland (Ohio, EEUU), ha sido encontrado colgado muerto en su celda. [/box]
El cuñado de Castro, Juan Alicea, ha explicado a CNN que la familia se ha enterado de la noticia a través de los medios de comunicación porque las autoridades penitenciarias todavía no se han puesto en contacto con ellos.
Los servicios penitenciarios han puesto en marcha una “profunda investigación” para aclarar las circunstancias de la muerte de Castro, según ha asegurado el portavoz cel centro, JoeEllen Smith, que ha aclarado que el reo estaba en las mismas condiciones que el resto de presos. “Estaba bajo un régimen de custodia protector, lo que significa que estaba en su propia celda y que se realizaban patrullas cada 30 minutos, en intervalos escalonados”, ha detallado.
PACTO PARA EVITAR LA PENA DE MUERTE
Castro, de origen portorriqueño, recibió el pasado 1 de agosto una condena a cadena perpetua sin derecho a libertad condicional por el cargo más grave al que se enfrentaba, el de homicidio agravado, por supuestamente golpear a una de las mujeres durante el cautiverio hasta causarle un aborto.
Por el resto de los casi 1.000 cargos, entre ellos cientos por violación –fruto de una de estas agresiones nació una niña, Castro recibió varias condenas consecutivas que sumaban otros 1.000 años más en prisión. La sentencia respondió al acuerdo de culpabilidad que su defensa acordó con la fiscalía para que Castro se librara de la pena de muerte.
CONDENA “PROPORCIONAL AL DAÑO”
“Usted separó a tres mujeres de sus familias y sus comunidades, las hizo esclavas y las trató como si no fueran personas”, dijo el juez Michael J. Russo a Castro al anunciar la sentencia y considerarla “proporcional” al “daño” realizado por el exconductor de un autobús escolar.
El secuestro de las tres mujeres fue en los años 2002, 2003 y 2004 y recuperaron su libertad recién en mayo pasado.
Las tres mujeres, Michelle Knight, Amanda Berry y Gina DeJesús, fueron secuestradas por Castro en los años 2002, 2003 y 2004, y recuperaron la libertad en mayo pasado.
