“Los jóvenes no están solos, la JMJ nos trae un mensaje de esperanza”. Con estas palabras Benedicto XVI ha ilustrado el primer discurso de los que ofrecerá en Madrid durante la Jornada Mundial de la Juventud, que se prolongará hasta el domingo. El Papa permanecerá en Madrid 79 horas.
Los miles de jóvenes peregrinos recibieron esta tarde entre gritos de alegría y con manifiesta emoción al jefe de la Iglesia Católica en la céntrica plaza madrileña, que no dio abasto para albergarlos a todos en el acto religioso de bienvenida, según informaron medios españoles.
El Papa quiso acercarse a ellos lo más posible y, con las ventanas del papamóvil bajadas, pasó entre los peregrinos por los pasillos custodiados por las fuerzas de seguridad. “¡Benedicto! ¡Benedicto!”, gritaban. Y él no dejó de saludarlos antes de subir al gran escenario instalado junto al Palacio de Comunicaciones, sede del ayuntamiento de Madrid.
Pidió respeto para los católicos y oportunidades a los jóvenes
El Papa, en una de sus primeras intervenciones en Madrid, ha pedido respeto para los católicos. “No pocos jóvenes, por causa de su fe en Cristo, sufren en sí mismos la discriminación. (…) Se les acosa queriendo apartarlos de Él, privándolos de los signos de su presencia en la vida pública”.
También se refirió a la falta de oportunidades a los jóvenes “oportunidades para los jóvenes en una época en la que hay una profunda crisis de los valores” y ha pedido una defensa para aquellos que son católicos y que son “discriminados” por ello: “Que nada ni nadie os quite la paz, no os avergoncéis del Señor”.
La JMJ servirá, según el santo padre, para respaldar en un “camino de fe y vida” a aquellos que “se creen solos o ignorados en sus ambientes cotidianos“; “es una brisa de aire puro y juvenil con aromas renovadores” que llenan de confianza ante el mañana a la Iglesia y al mundo, ha dicho.
