Agustín Pio Barrios, falleció el 7 de agosto de 1944 en el Salvador, fue uno de los más grandes guitarristas clásicos. Como compositor tiene varias obras que incluso alcanzaron renombre mundial y para muchos grandes solistas con fama internacional, sus obras son repertorio obligado en sus diferentes presentaciones. Sus composiciones de repercusión universal fueron «DANZA PARAGUAYA», «LA CATEDRAL» y una serie de madrigales para virtuosos.
Fue declarado patrimonio cultural de El Salvador. En un momento de su carrera artística adoptó el nombre de NITSUGA MANGORÉ ya que en sus conciertos tocaba parte vestido de gala y parte con atuendo de cacique indígena.
Los últimos días de su vida lo encontraron en conciertos por toda Centroamérica y México. En su afán de llegar a los EE.UU., donde debía cumplir un contrato de 20 conciertos, le tomó su primer infarto, por lo que retornó a El Salvador, donde se instaló definitivamente. Allí ejerció la docencia como profesor del Conservatorio Nacional, además de ofrecer conciertos por radio y grabar unos discos para el sello Crosley.
En 1944, se produjo su segundo y último encuentro con el gran maestro español Andrés Segovia, quien lo elogió públicamente, diciendo que era un verdadero genio.
Su viaje a EE.UU., donde tenía un contrato para realizar unas grabaciones para la RCA Víctor, quedó nuevamente frustrado, pues un segundo y definitivo infarto lo sorprendió en la mañana del 7 de agosto de 1944, en su domicilio de 1ª Avenida Norte N° 23, de la ciudad de San Salvador, lejos de su tierra. Mangoré no pudo ser repatriado ya que las autoridades de aquel país centroamericano aseguran que para ello se deberá realizar un plebiscito, pues el panteón del músico fue declarado Monumento Nacional.