Barrio Santa Ana: Escuela saqueada por quinta vez

Docentes y padres de la escuela pública “Básica Nº 5610 Nuestra Señora de la Paz” afirman estar cansados de los robos por parte de personas inescrupulosas, esta vez entre el domingo y el lunes desconocidos entraron a robar dos computadoras, y otros objetos que los ladrones encontraron a su paso, como por ejemplo parte del alumbrado del patio e incluso se llevaron una olla que las madres usaban para dar de comer a los estudiantes los días jueves y viernes (esta escuela no tiene horario extendido, por lo tanto, no cuentan con el almuerzo escolar vía Fonacide).

“No es la primera vez que nos roban, con esto es la quinta vez y duele porque nuestra escuela es humilde y lo poco que tenemos es gracias a actividades que los padres encaran”, dijo a nuestra página María Angélica Ocampos, vicedirectora de la institución.

Se piensa que los ladrones entraron saltando de los gajos de un árbol que está en la plaza pública y para salir soltaron unos alambres que estaban sobre la muralla perimetral, también intentaron abrir un boquete en el techo de la dirección, pero como no tuvieron éxito forzaron la puerta para poder hacerse de las computadoras.

“Una de las computadoras que se llevaron esta vez es el que los padres compraron haciendo hamburgueseadas los días viernes y hace poco se terminó de pagar, también rompieron todo lo que se usa para la señal de internet”, contó la docente.

La denuncia policial se realizó el mismo día lunes y pese a que en la comisaría le prometieron que ese mismo día estarán los de criminalística en la escuela, hasta hoy día no aparecieron.

Por su parte Celia Cabrera, madre de un estudiante lamentó que esta vez los ladrones no se conformaron con las computadoras sino también llevaron lámparas y la olla que usan los días jueves y viernes, ya que en esos días las madres colaboran para dar de comer a los niños antes de retirarse de la institución.

Padres y docentes dijeron a nuestro cronista que se necesita inversión del Fonacide para la construcción de más aulas, así como la construcción de las veredas de tres lados (en un costado linda con la plaza pública).

La escuela está por cumplir 25 años de servicio a la niñez del barrio y fue construida con apoyo de la comunidad mediante la formación de una comisión. En el primer año se habilitó sólo el preescolar en una casa particular ubicada a media cuadra del actual local, luego fue proyectándose de a poco hasta contar con el noveno grado.