Los alumnos más chicos (preescolar y primer grado) de la escuela Tomasa Ferreira de Meza corren permanente peligro de que en cualquier momento se les caiga encima pedazos de revoque que se desprenden del techo del corredor ubicado frente a sus aulas. En la escuela no encontramos a la directora Hortencia Morán y quien dijo ser coordinadora solo atinó a decir que avisaron a la gente de la Cooperadora Escolar.
El desprendimiento es en una superficie de unos cuatro metros y está frente mismo a las aulas del preescolar y primer grado respectivamente, donde algunos niños niñas se ponen a conversar o jugar en horas de recreo. Una de las docentes nos dijo que están permanentemente exhortando a los chicos que no queden en ese sector.
Ante nuestra insistencia de contactar con la responsable de la institución la secretaria del colegio se puso en contacto telefónico con Morán y luego nos dijo que volviéramos mañana (por hoy), tampoco nos pasaron algún número de contacto para poner su versión en cuanto a la irresponsable aptitud de exponer en peligro permanente a los estudiantes más chicos.
Otra de las inquietudes que recibimos días pasados fue que la directora no permite la entrada de los padres dentro de a institución, en este caso la gente que nos recibió explicaron que en realidad se permite, pero que llevan un control detallado de quien entra y para que, de manera a prever cualquier eventualidad, además es una institución donde se encuentran muchos menores de edad y que una de las obligaciones es tener una planilla de entrada salida de las personas ajenas a la parte de docencia y administrativa.
Es de desear que las supervisoras de la región tomen cartas en el asunto ya que la integridad física de los alumnos corre serio riesgo.
