Cientos de mormones decidieron abandonar su Iglesia en Estados Unidos

Por Claudia Meaurio
La reprobación colectiva más grande a la que se ha enfrentado la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días en toda su historia, tuvo lugar el 24 de noviembre pasado cuando una multitud de personas se aglutinaron en un parque frente a su sede en Salt Lake City (Utah, Estados Unidos) para presentar su renuncia a la Iglesia mormona.

FOTO/ Reuters
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Aproximadamente unas 1.500 personas firmaron el documento para desvincularse de la Iglesia y se cree que al menos otras 2.000 personas lo hicieron posteriormente vía correo, según lo publicado por la BBC Mundo.
El motivo sería supuestamente un cambio de política en relación con los homosexuales, en particular con el matrimonio entre personas del mismo sexo.
La normativa nueva apareció en un documento dirigido a los líderes de las 30.000 congregaciones mormonas a nivel mundial, en donde se estipula que los niños cuyos padres o cuidador principal tengan una relación homosexual no pueden ser bautizados hasta que cumplan los 18 años.
Una vez que tengan la edad correspondiente, solo podrán ser bautizados y aceptados como miembros plenos de la Iglesia si rechazan la homosexualidad, lo que implica repudiar o distanciarse de sus padres.
Además, el manual en cuestión indica que los mormones que estén casados con una persona del mismo sexo serán considerados apóstatas y serán sometidos a un consejo disciplinario que puede conducir a su excomunión. Tales recomendaciones disciplinarias se convocan para estudiar casos de mormones acusados de delitos como asesinato, violación o abuso sexual, o transgresiones como adulterio o apostasía.
Cabe destacar que el manual no se constituía en un documento público pero se filtró a la prensa a principios de este mes.
El rechazo a la normativa desde entonces, ha sido tan amplio que los líderes mormones han tenido que explicarla, fundamentando que los medios de comunicación y las redes sociales tergiversan la información.
La BBC Mundo mencionó que intentaron hablar con los portavoces de la Iglesia mormona y que fueron remitidos a las declaraciones del presbítero ToddChristofferson, miembro del “Quórum de los 12 Apóstoles”, uno de los órganos que preside la institución.
“Vemos el matrimonio homosexual como un pecado especialmente grave que requiere disciplina por parte de la Iglesia”, indicó Christofferson.
Según el presbítero, la medida asumida era precisa tras el fallo de la Corte Suprema de Estados Unidos que legitimó el matrimonio entre personas del mismo sexo en todo el país el pasado 26 de junio.
Agregó además, que reconocen que los matrimonios entre personas del mismo sexo son actualmente legales en EE.UU. y en otros países y que las personas tienen derecho, si así lo prefieren, a establecer esas relaciones, no obstante eso no es un derecho que existe en la Iglesia y que esa es la explicación.
“Tras el fallo de la Corte, era necesario distinguir entre lo que es legal y lo que es la ley de la Iglesia y la ley del Señor y cómo respondemos a eso. Es cuestión de ser claros, de distinguir el bien del mal, es cuestión de tener una política firme que no deje lugar a preguntas o dudas”, añadió.
A pesar de los esclarecimientos, grupos mormones tanto liberales como conservadores han criticado los cambios.
Lo más sorprendente ha sido la cantidad de gente que está confundida, preocupada, molesta y, francamente, asqueada”, le dijo el académico mormón Patrick Mason a la agencia Reuters.
“Y no son sólo progresistas y defensores de la comunidad LGBT (lesbianas, gays, bisexuales y transexuales). La gente está diciendo: ‘Esto no parece correcto. No encaja conmigo”, puntualizó.
La crítica más enérgica que se realizó fue el hecho de castigar a los más pequeños por el estilo de vida de sus mayores, y que se coloque el matrimonio homosexual como un pecado a la altura de crímenes como la violación o el asesinato.
Sarah Epperson es una de las personas que acudió a la protesta colectiva para presentar su renuncia por escrito. La misma le dijo al diario estadounidense The New York Times que “Cualquier Iglesia que se presenta como una organización cristiana y utiliza a Jesucristo el salvador para excluir a un grupo de gente no es algo de lo que yo quiera formar parte”.
Extrañamente, la Iglesia mormona, considerada una de las más conservadoras, estaba adoptando una orientación mucho más acogedora hacia los homosexuales antes de la publicación de las nuevas reglas. Apoyaron las leyes destinadas a proteger a los homosexuales de la discriminación.
A modo de ejemplo, el pasado marzo los líderes de la Iglesia en su sede de Salt Lake City colaboraron en la aprobación de una ley conocida como “el compromiso de Utah”, la cual prohíbe toda discriminación contra lesbianas, gays, bisexuales y personas transgénero en temas de vivienda y empleo. Asimismo resguarda a las instituciones religiosas que no acepten relaciones homosexuales.
Los delegados de la iglesia resaltan que en ningún momento están contradiciendo los principios de compasión y el respeto. “Todos los niños deben ser tratados con completo respeto y amor. Son bienvenidos a asistir a las reuniones de la Iglesia y participar en sus actividades”, expresaron en un comunicado.
Patrick Mason considera que la reacción negativa ha sido tan grande que los mandatarios de la iglesia quizás se vean forzados a revisar las normas.