Bebé de un mes en observación por picadura de alacrán

Un bebé de un mes de vida fue trasladado desde el Hospital de Callei hasta el Instituto de Medicina Tropical (IMT). El pequeño se encuentra bajo observación con pronóstico reservado.

El recién nacido está siendo monitoreado minuto a minuto y hasta el momento no ha desarrollado ninguna sintomatología grave. Sin embargo, se le están realizando todos los estudios complementarios, ya que se necesita un mínimo de 6 horas para corroborar la evolución del paciente antes de aplicar el suero antialacrán.

Imagen recreativa

“De manera preventiva no se aplica el suero porque son heterólogos, es decir, son anticuerpos que también pueden tener una reacción adversa. Por eso, tenemos que estar seguros de que el paciente tenga manifestaciones clínicas de gravedad para aplicar el suero. Además, necesitamos el tiempo mínimo para saber si la toxina pasa a otros puntos del cuerpo”, remarcó el doctor Miguel Cardozo, director del IMT.

El doctor Cardozo comentó que este es el paciente más joven que se ha reportado con una picadura de alacrán en Paraguay. Por este hecho, y teniendo en cuenta que los bebés son más vulnerables que los adultos, se están tomando todos los recaudos posibles y monitoreando la escala de dolor, que es lo más determinante en estos casos.

“Estamos controlando para determinar si la picadura es leve, moderada o grave. Si es leve, termina en un dolor a nivel local o en el sitio de la picadura. Si es moderada, pueden aparecer náuseas, vómitos y dolor más generalizado. Y cuando es grave, el dolor es bastante intenso, hay algunas contracciones, vómitos, puede haber taquiarritmias, y puede darse un edema agudo de pulmón. Es eso lo que minuto a minuto estamos controlando”, subrayó el director del IMT.

Según la declaración de la madre a los médicos tratantes, el pequeño se encontraba en su baby seat cuando empezó a llorar de la nada. Al cargarlo, la madre se percató de la presencia del alacrán en la silla y de la zona de la picadura en el pequeño. Inmediatamente, la madre llevó al bebé al centro asistencial más cercano, llevando consigo el alacrán, que se determinó sería de la especie Tityus, o alacrán rubio, el cual es venenoso.

Fuente: La Nación