Juan Bautista Pérez, uno de los maquinistas del tren lechero

Datos de San Lorenzo del Campo Grande (III)

A finales del año 1800 la aparición del tren en el pueblo de San Lorenzo abrió un abanico de oportunidades para los sanlorenzanos, entre ellos la llegada más rápida a la capital del país, así como el regreso más cómodo, también todo eso hizo que en los alrededores de la estación del tren (calle España y Defensores del Chaco), aparecieran distintos tipos de comercios, a la vez el silbido del tren madrugador para muchos era el despertador de la ciudad, que era guiado por hombres que eran llamados “maquinistas del tren”. Aquí te contamos quien era uno de ellos.

Fotografía de don Juan Bautista Pérez, maquinista del Tren Lechero de San Lorenzo.

Juan Bautista Pérez fue uno de los maquinistas del tren que hacia los viajes desde Asunción a San Lorenzo y vice versa, nació en 1888 y durante la guerra con Bolivia llegó a Sargento Ayudante de Primera en la Armada Nacional. Se casó con doña Josefa Lugo y tuvieron seis hijos (el sacerdote Ramón Pérez, Venancio Secundino, Anastasio, Petrona y Concepción), todos de San Lorenzo del Campo Grande.

Cuentan que durante su trabajo hizo muchos amigos tanto de San Lorenzo como de Asunción, entre ellos a políticos de la época, gente del ambiente artístico, gestores, etc, quienes en esa época era asiduos pasajeros de las locomotoras que hacía viajes Asunción – San Lorenzo y vice versa entre los años 1894 – 1936.

Varias veces a declarar en la policía 

Doña Concepción Pérez (una de sus hijas que vive en San Lorenzo), contó a nuestro director Daniel Vargas, que Juan Bautista, tuvo que ir a declarar en la policía unas 16 veces. Todo porque en aquella época la mayoría de los trasnochados pasados de copas tenían la costumbre de ir caminando por las vías del tren cual si fueran huellas para llegar a sus casas, y  más de uno no encontraba mejor “cama” que la propia vía del tren y quedaban dormidos sobre ella.

Los ruidos de la locomotora ni el silbato lejano lograban despertar a esta gente que cuando don Juan Pérez se daba cuenta que había alguien estaba acostado en la vía ya era tarde. Entonces don Pérez tenía que ir hasta la comisaría para dar cuenta de otro nuevo accidente.

Siempre según la entrevistada, cuando el tren dejó de funcionar el maquinista empezó a buscar trabajo hasta que llevó su curriculum en la Asociación Nacional de Navegación y Puerto, donde logró empleo. Cuentan que sus compañeros de trabajo a menudo hacían bromas acerca de su ex trabajo, ya que todos sabían que por culpa de los “pasados de copas” tuvo que ir a parar dieciséis veces a la policía por la muerte de quienes «confundían» su cama con los rieles en las noches y madrugadas.

Fuente: Entrevista hecha por Daniel Vargas Telles a doña Concepción Pérez, para el programa “El Tren Viajero Sanlorenzano” de radio Nuevo Mundo