Ayer en un asentamiento conocido como San Miguel instalado en el barrio Ñu Porã de San Lorenzo, derribaron cuatro casas precarias, de las cuales por lo menos una resultó incendiada. Según nos enteramos el hecho fue comunicado en la fiscalía y también informaron en el Ministerio de Desarrollo Social.
Lo raro es que lo “arrasado” fue sin contar con documento judicial, por lo que desde nuestra página contactamos con Eduardo Enciso – presidente de dicho territorio social -, quien en primer término dijo que fue una “barrida”, luego cambió el lenguaje diciendo que esos predios estaban sucios y abandonados y que en realidad quienes dicen ser propietarios – ocupantes precarios – lo que buscan es lucrar mediante la posterior venta de los terrenos.
Por otro lado, una de las afectadas – que se excusó en dar su nombre – señaló que es lógico que algunas casas estén sin gentes de día, ya que todos deben salir a trabajar y que se debería hacer una seria investigación para detectar quien o quienes son los que realmente quieren lucrar con la lucha que las 52 familias están librando desde hace unos tres años para contar con un pedazo de tierra.
