Mbeguemi Online: ¿Ya estamos en 2022?

GUARDIAS AL SPIEDO

Si algun contribuyente sanlorenzano quiere ingresar al palacete municipal por la parte de atrás, va a encontrar a un grupo de hombres bien tostados. No son turistas, tampoco son estudiantes de Somalía… no. Son los pobres guardias de la Muni de Sanlor que tienen que cocinarse al rayo del sol, parados sobre el cemento caliente todo el día.

Lo que pasa es que quienes diseñaron la “nueva muni” (artistas como tío Albino), jamás pensaron en poner algún tipo de sombra fuera de la única y solitaria palmera que siempre sirvió para resguardar los autazos de los intendentes de turno. El resto de la humanidad se derrite de calor en verano, primavera, otoño y hasta en invierno.

Otro genio de la “creatividad” fue kiñokis que gastó cientos de millones de guaraníes para la construcción de la famosa caseta de vigilancia del portón vehicular. La maravillosa obra es un auténtico tatakuá de lata dentro del cual se puede cocinar un ser humano en 10 minutos. ¿Para qué se construyó esa porquería? Para cocinar plata.

Mientras tanto, el “patio” del policlínico es otro montón de cemento sin ninguna sombra, y que no ayuda mucho ni a los pacientes que deben esperar, ni a los contribuyentes que quieren entrar a la muni desde la calle Defensores del Chaco. Ni funcionarios ni contribuyentes estacionan en ese lugar. Solo los autazos de gente que nadie conoce.

LAS PLANTITAS DEL NUEVO ESTANCIERO

Algunos dicen que se usó mucha plata para poner los nuevos jardincitos que hay sobre la Avenida Defensores del Chaco. Otros dicen que las plantas se trajeron de los viveros del parque municipal (ciclovía). Lo cierto es que –habiendo tanto ingeniero ambiental- por el palacete de vidrio, a ninguno de ellos se le enseñó que las plantas necesitan agua.

Porque da pena ver el pasto seco, las flores marchitas, las plantas moribundas, la tierra resecándose al sol… y para colmo con estos calores de la gran siete!. Habiendo tanto funcionario al pedo en la municipalidad, no pueden ocupar a alguno de ellos con un valde o una regadera para… regar las plantas. De mangueras ni hablar… no hay plata.

Pero mientras las plantitas del flamante bulevar se mueren de sed, cierto personaje de cabello blanco se mantiene bien mojadito en su flamante estancia (no se le vaya a resecar el cútis). Mojadito por fuera en la pileta y mojadito por dentro con el abundante chupi… ¡Cómo cambia la vida de un atorrante en menos de dos meses! ¡Increíble!

Lo único que quizás extrañe un poco es la compañía… ya no puede disponer de rubros presupuestarios para conseguir chicas baratas. Ahora si querés algo de carne fresca tenés que pagar de tu bolsillo, kapé. Y aunque dicen que es mucho lo que ahorraste durante “tu sacrificio”, no creo que dure mucho (con el precio que tiene ahora el polvo).

¡Bueno! Las estancias en realidad se inventaron para producir alguna cosa. Hay estancias donde existen extensos trigales, grandes rebaños de ganado, criaderos de aves o de tilapia. En otras estancias se crian toros de raza y caballos purasangre. Hasta hay estancias dedicadas al turismo ambiental. ¿Será que el ex suplentito produce algo?

EN BUSCA DE COMPU

¿Se acuerdan de la película “en busca de Nemo? Creo que es la historia de un pez payaso o algo por el estilo. Bueno en las nubes superiores del palacete de vidrio, están filmando algo por el estilo. En busca de “Compu”, que es una remake de la película “en busca del arca perdida” solo que en vez de cosas viejas quieren encontrar unas computadoras.

Seguro que cocinero –con la cara bien roja- aguarda con ansias el retorno de la Junta Municipal para empuñar el “latigo” y hacerse del Indiana Jones en la primera sesión del año. En realidad más que látigo va a usar un yo-yo para tratar de explicarle al pueblo dónde están las super-notebooks de lujo que compró con la plata del pueblo.

Los viejos amigos se fueron y las computadoras también, y en el tercer cielo no hay ni máquinas de escribir. Mientras tanto, hubieron 6 concejales que no se fueron… pero parece que sus computadoras si se fueron. ¡Rápido muchachos! Traigan otra vez las compus desaparecidas para la próxima sesión, así le mostramos que todo es mentira.

Parece que el gordito del bigote candado – muy nervioso – empezó a llamar a los viejos cuates para pedirles que devuelvan los regalitos del día de la amistad… pero los muchachos/chas, no quieren saber nada de devoluciones. Encima, algúnos amenazaron con empezar a contar ciertas cositas para que el cocinero se deje de romper las b…

Mientras tanto sigue la búsqueda: habrá que inventar algo, alguna factura que demuestre que en realidad valían muy poco, o demostrar que las máquinas nuevas ya se dieron de baja por ser viejas. Parece que mister yo-yo ya no se queda hasta tarde en su oficina para fatear… ahora tiene que quedarse para ver si puede arreglar lo hecho.

EL SECRETO LOCAL DE SALUD

La salud y la educación siempre fueron los mejores criaderos de corruptos de la República. Pero en sanlor, parece que este año la salú se lleva –nuevamente- el título de campeón invicto de la puerqueza pública. Si antiguamente tenían el hábito de disimular para esconder las cosas, ahora ya no pueden disimular: usan el secretismo.

Si alguien pide un informe público, los funcionarios del Secreto Local de Salud ($L$) ponen cara de “Planeta de los simios” y miran para otro lado. O simplemente se van al baño. Si el periodista sigue preguntando (y el baño ya está ocupado) se van a desayunar. Y si hay periodistas en el copetín de la esquina, entonces “se van al ministerio”.

Todo es secreto en la salud local sanlorenzana. Tan secreto está el asunto que los funcionarios además de tapabocas van a empezar a usar antifaz, turbante, y hasta guantes (blancos). Si alguien llega al Consejo de Salud y dice ¡Buenos días! Todos al unísono le responden con un sonoro ¡Shhhhhhh! (Hasta el saludo es secreto ¡joder!)

Mientras tanto, entre las idas y venidas de los funcionarios, los pedidos de información pública se van a ir amontonando en los escritorios. Justo en esos momentos se escuchó como de paso una vieja agrupación de rock de los 80 tocando el tema “Roxana”… increíblemente, hay viejas bandas que siguen todavía teniendo éxito en estas tierras. Ampliaremos esta información musical con testimonios de los fans de la banda.

EL DESARROLLO SANLORENZANO

San Lorenzo es una de las pocas ciudades del mundo que –sin tener ríos- tiene clubes de pesca. Tampoco tenemos playas de mar, pero igualmente los guardias, los funcionarios, los contribuyentes municipales y hasta los pacientes del policlínico aprovechan para broncearse sobre el hormigón armado. Es que nuestra ciudad está progresando.

Nunca tuvimos océano, pero tenemos a los mejores surfistas del mundo: empezando por colarte que sin ganar ninguna elección pudo ser concejal y hasta intendente… ¡eso si que es subirse a una ola! Y la ola que hizo con su “surf” en dos meses se convirtió en un tsunami financiero, que acabó con todo. Hasta las plantitas de Defensores del Chaco.

Mientras tanto, el nuevo genio de la industria está a full con la generación de enormes plantas industriales. ¿Van a fabricar camionetas? ¿Van a producir camiones pesados? ¿Van a enlatar alimentos para el mundo? ¿Van a ensamblar helicópteros y aviones ultramodernos? ¡No! Vyrorei péa… los genios van a fabricar máquinas tragamonedas.

¡Tiembla Bill Gates! El nuevo “silicón valley” sanlorenzano va a llevar a la quiebra a microsoft. Incluso se supo en medios confidenciales que Elon Musk está vendiendo sus acciones de Tesla y de Space X, para venir a este valle a poner una fabriquita. Quizás, con el tiempo, hasta pueda ser concejal y subirse algún día a la famosa aplanadora.

Hasta aquí nuestra ciudad estaba dividida en dos castas: los contribuyentes y los políticos. Pero ahora, gracias al aporte social del gran cocinero legislativo, la sociedad sanlorenzana estará formada por: algunos contribuyentes, muchos ludópatas, gente que se muda a otras ciudades, y los viejos politicastros de siempre. ¡Vamos creciendo!

Y pensar que había gente que creía que para estas épocas estaríamos viajando en naves espaciales y conquistando otros planetas. ¡Nada que ver! Aquí seguimos, igual de pobres que siempre, pero eso si… llenos de virus, de cepas, de variantes y de la mar en coche.

Y había sido que esto era el 2022.