Temor porque el Centro Cultural se vea reducido en vez de ser potenciado

La noticia de que en un sector del Centro Cultural Estación del Tren Lechero de San Lorenzo, estaría siendo utilizado como una oficina del Centro de Capacitación para Emprendedores (instancia del Ministerio de Industria y Comercio), no cayó nada bien en algunos referentes culturales de la comunidad sanlorenzana, en ese sentido, Silvio Ávalos Sánchez (Ciudadano Ilustre de San Lorenzo), expresó su preocupación a través de un escrito que expuso en su cuenta de la red social del Facebook, Ávalos, da un repaso de la lucha que debió encarar una parte de la sociedad sanlorenzana para evitar que el histórico edificio que sirvió como estación del tren lechero sanlorenzano desapareciera del lugar y que luego con mucha dedicación se logró evitar e incluso se reconstruyó de manera a tener un espacio dedicado a la promoción de la cultura y difusión de la historia de San Lorenzo del Campo Grande, su patrimonio y acervo cultural. El escrito concluye con frases contundentes como; “Nos encontramos con que en vez de potenciar, se mutila”, “Vamos a tener un “centro cultural” reducido a un pequeño salón de eventos”.

Centro Cultural Estación del Tren Lechero, Imagen archivo

Desde nuestra página contactamos con Francisco Russo, director de cultura de la Municipalidad de San Lorenzo, quien explicó que se usará un espacio pequeño en el fondo del CCETL que se montará con equipamientos necesarios para la realización de actividades pertinentes relacionados al convenio realizado con el Centro de Capacitación para Emprendedores, además que la Cooperativa San Lorenzo se encargará de algunos aspectos como la aireación del lugar

Lo que dice el escrito de Silvio Ávalos Sánchez

POCO FELIZ DECISIÓN MUNICIPAL AFECTARÁ DE MANERA DIRECTA AL CENTRO CULTURAL ESTACIÓN DEL TREN LECHERO DE SAN LORENZO

Con estupor y mucha tristeza recibí la noticia de que el Centro Cultural Estación del Tren Lechero (CCETL) de la ciudad de San Lorenzo, cuya creación y apertura representó un motivo de orgullo y satisfacción para los sanlorenzanos, pasará de un plumazo a ser sede de unas oficinas total y absolutamente ajenas a sus objetivos.

Escarbando un poco en nuestra historia local reciente, encontraremos que durante la administración del intendente Ferrer se había tomado la decisión de demoler totalmente la ex estación del trencito para construir en ese predio un policlínico municipal. La reacción ciudadana no se hizo esperar, y a través de manifestaciones pacíficas expresó su rechazo a la intención de destruir una de las edificaciones más emblemáticas que aún quedaba en pie.

Después de muchas idas y vueltas la intendencia entró en razón y no solo dejó sin efecto la idea inicial sino que propició la reconstrucción completa de la estación con el asesoramiento de un equipo multidisciplinario de profesionales entre los que cito a los arquitectos José María Calvo y Gilda Urbieta, encargados del protocolo de intervención arquitectónica, y la estrecha colaboración de referentes culturales locales y ciudadanía en general.

Una vez concluida la obra tuvieron que pasar de nuevo algunos años para que se tome la decisión de habilitar el espacio, para lo cual se encargó la museografía de todas las dependencias de la ex estación a la museóloga Alejandra Peña Gill.

Siguieron los avances, de manera lenta pero ininterrumpida, con la creación del Centro Cultural Estación del Tren Lechero, atendiendo a la necesidad de “crear un órgano dedicado a la promoción de la cultura y difusión de la historia de la ciudad de San Lorenzo del Campo Grande, su patrimonio y acervo cultural” (tal como reza el Visto de la resolución de creación del CCETL).

Con la toma de posesión de las nuevas autoridades municipales el mes pasado (intendente y concejales), era grande mi expectativa ya que entre ellos hay amigos con quienes veníamos desde hace años hablando sobre muy interesantes proyectos para continuar potenciando ese centro en particular, para posteriormente desde allí ir expandiendo las acciones a los diferentes barrios.

Pero la realidad me muestra otra cosa. En vez de avanzar, retrocedemos. Mientras la necesidad más urgente era dotar… ¡por fin! …del equipamiento mínimo para llevar adelante cualquier iniciativa…, ampliación del local con espacios para la oficina de la dirección; un espacio bien acondicionado donde empezar a resguardar las toneladas de documentos, fotografías, objetos, relativos a nuestra historia local, hoy esparcidos en archivos privados por no contar con un lugar donde centralizar esa información de manera que esté al alcance de toda la ciudadanía; vitrinas y estantes para las exposiciones multitemáticas periódicas, etc. etc… NOS ENCONTRAMOS CON QUE EN VEZ DE POTENCIAR SE MUTILA.

Porque de eso se trata: De una mutilación. Desconozco detalles de las modificaciones previstas en el lugar porque me fue imposible acceder a información de primera mano a pesar de repetidos intentos en todos los ámbitos desde intendencia para abajo. Pero lo concreto, indiscutible y real es que van a instalar allí oficinas como contrapartida a una donación de equipos de informática y acondicionadores de aire.

Esa es la excusa. Vamos a tener un “centro cultural” reducido a un pequeño salón de eventos. Pero eso sí: muy bien refrigerado. Lamentable.