Mbeguemi Online: En lo oscuro del cuarto

Lo que sea por unos votos

La necesidad obliga. Algunos rekutuceros se las están viendo feas a medida que el doble diez se acerca. Y es que el 10 de octubre habrá elecciones municipales, y muchos de los que en las internas se mostraban entusiastas y triunfalistas, ahora se empiezan a dar cuenta que el pueblo –que vota- está en las calles y no en las oficinas ni en las planillas.

Una cosa es que los voten los planilleros –que COBRAN sin trabajar- y otra cosa es que los vote el pueblo –que es el que PAGA-. Y el pueblo es mucha gente: muchos más que los planilleros y chupamedias del palacete de vidrio. Y haciendo cálculos y encuestas, los rekutuceros, empiezan a llenarse de… ceros. ¡Sálvese quien pueda!

Imagínense hasta dónde llega la desesperación, que el mudito concejal – ese que se hace del roquero gua’u- anda comprando chicos malos para el domingo. Habrá platita si van a votar por él… y habrá más platita si obtienen las cédulas de algunos mitã que son algo verdes o algo rebeldes. Si ganan, lloverán latitas y polvitos para los brothers.

Increíble pero cierto. El mudito roquero es tan pero tan mentiroso, que cuando está con los barras de la franja les predica sobre el olimpismo, y cuando se reúne con los barras del yvyty les predica todo lo contrario. Al final, el alcohol y el purete arreglan todas las diferencias… lo importante es que él pueda seguir currando otros cuatro años.

Charlatán e incoherente

Estuve revisando mi diccionario de la R.A.E. y encontré lo que significa el término “Pachanga”: Alboroto, fiesta ruidosa –entre otras cosas-. Igual que cierto tinglado habilitado en pleno centro. Igual, también, a cierto edil criollo, que solo sirve para el alboroto, el ruido y, encima, es uno más de la gran fiesta que hicieron con nuestra plata.

Se cree todo un cabecilla de la política local, pero, a la hora de la verdad los números se le están dando vuelta, y debe apelar a cualquier recurso para juntar votos. Famoso porque en cada sesión trata de endeudar más y más a la municipalidad a través de jugosos préstamos cuyo destino es muy dudoso, y ahora, se ha vuelto populachero.

Alboroto armó al prometerle a gente del mercado cosas que no podía cumplir, como por ejemplo ocupar de nuevo la calle General Caballero para una “feria”. Recordemos que –no hace mucho- el mismo concejal que hoy quiere poner comercios en la calle, predicaba a gritos que “había que desalojar las calles del mercado” eré, eréa…

Fue uno de los que impulsó una denuncia contra la policía, porque los uniformados se negaron a sacar a los informales de las calles y veredas del mercado. Y ahora quiere que esa misma gente vuelva a ese mismo lugar. Es que para sumar votos… no importa cagarle a los comerciantes honestos ni a los vecinos que viven en esa calle.

No importa que la calle se  haya abierto a fuerza de golpes y gases, que hubo personas lastimadas, policías heridos, que se arriesgaron vidas y bienes de terceros. No importa. Cuando nos conviene los sacamos y cuando nos conviene los volvemos a poner ¡al carajo la ciudad! ¡al carajo la ley! ¡Al carajo el derecho! Que siga la pachanga.

Y no terminó ahí la joda, sino que el (muy inteligente) concejal sugirió ocupar la peatonal del bicentenario para la citada feria. ¿Será que también iba a poner puestos de venta dentro del teatro, dentro del tren lechero y dentro de la escuelita municipal? Hasta la catedral se puede convertir en mercado si eso produce votos. ¡Pipuuuu!

Por suerte se trababa solo de algunos votos, y por suerte el que prometió lo imposible era uno solo, ¡que si no! Si en vez de votos hubiera sido plata ajena, sería otro cantar, y allí la aplanadora se hubiera mantenido unida como en los viejos tiempos, pero, por suerte, no hay plata, algunos ya creen tener los votos, y los otros saben que no llegan.

La Gran Asunción

Ahorita entiendo porqué cuando hablan de San Lorenzo, nos meten en aquel cuento del gran Asunción. No es un mapa geográfico, sino un mapa ambiental… y es que la podredumbre capitalina ya se ha extendido hasta estos lados. En la municipalidad de Asunción se descubrió un robo de la gran siete gracias a la pandemia del COVID.

Y según me contó ña justina COVID significa “Corrupción Organizada Vaciando Impunemente el Dinero”. Y debe ser nomás: el saliente nenecho (que no es ningún nene) dejó las arcas municipales llenas… llenas de facturas falsificadas en vez de plata. Y si se pilló algo, fue gracias a la ley de acceso a la información pública.

Cosa que acá no se pilla totalmente, porque algunas autoridades se pasan la ley de información pública por el esfinter. Podemos citar varios municipios de central que han imitado esa “Pandemia administrativa”, pero baste con recordar a nuestro “humilde, honesto y guapo” gobernador de Central, y a nuestras autoridades locales.

El “locutor numero dos” (otro pachanguero) se mostró muy hábil a la hora de hacer su propia aplanadora departamental para poder “administrar a su gusto” la platita ajena. Tal vez halla sido “convenientemente asesorado” por alguno de los integrantes de la santa aplanadora sanlorenzana, orden que llegó a tener muchísimos estacioneros.

Y pensar que en la capital hay quienes se quieren molestar porque un descendiente de colonos japoneses es fuerte candidato a ganar la intendencia… Asi como están las cosas en la “madre de ciudades”, podrían candidatar a norcoreanos, a talibanes o a los pitufos… cualquiera de ellos sería mejor que los últimos 5 intendentes/as que tuvieron.

El argumento de los tontos

Y aún hay gente que “tiene miedo” de votar por aquel candidato que realmente les gusta. Y siguen insistiendo con que “si vota por el que le gusta” el otro se va a enterar. Chamigo, en el cuarto oscuro nadie te ve, nadie te escucha, nadie lee la mente. Y si por cagón o por estúpido perdés esta oportunidad, las cosas se van a poner peor.

Sabiamente, en una reciente predicación, un religioso muy conocido de nuestro país comparó al voto con la única bala que tenemos para matar a la corrupción, a la pobreza, a la injusticia, al hambre, a la inseguridad, y a todos los abusos.

Incluso hay quienes se preocupan por la multa de 40 mil que te van a cobrar si no acudís a votar. ¡Vyrore’i! Nos han quitado miles de millones cada año, y ni siquiera se les puede denunciar, y aún denunciándolos no pasa nada. ¡Eso debería preocuparte! Contra esa mierda debemos ir a votar… no preocuparnos por boludeces. Tengo la fuerte impresión, casi diría que tengo la certeza, de que lo que hagamos bien o mal este domingo 10, incluso lo que dejemos de hacer… va a significar mucho para el futuro de nuestra ciudad y de nuestra patria.

¿Cuánta gente murió desde el 2019 hasta hoy, gracias a las autoridades que usted y yo elegimos hace años?
¿Vamos a votar para que mueran más?
¿No vamos a ir a votar … para que sigan muriendo más?
O ¿Vamos a ir a votar por esas personas en las que podemos creer y confiar?
USTED SABE, USTED ELIGE, USTED VOTA.
ES SU FUTURO.