Don Servín, el sastre de San Lorenzo

Desde el año 1979 hasta hoy día tiene su taller de sastrería en la calle Julia Miranda Cueto casi Sgto. Silva de San Lorenzo, es uno de los pocos que aún hace trajes a medida, ya que según comentó de un tiempo a esta parte las sastrerías ofrecen ese tipo de prendas que son importadas de otros países, privando de paso la mano de obra de los sastres nacionales.

Don Juan Servín Alcaraz, nació en Paraguarí el 6 de mayo de 1941, donde desde los ocho años de edad empezó a trabajar como secretario en una sastrería de dicha ciudad, “nací en Paraguarí, donde empecé a los ocho años de edad como secretario en una sastrería, ahí preparaba el tereré, iba a comprar hilos y botones y no tenía salario fijo, ya que en ese tiempo a los secretarios se le daba a voluntad nomás”, empezó diciendo nuestro entrevistado.

Para la entrevista nos trasladamos a su domicilio en el barrio Santa Librada, ya que desde que inició la pandemia sus hijos prefirieron que siga trabajando en su casa y dejar el local del centro a cargo de uno de ellos, quien se encarga de vender y recibir pedidos de trabajo para don Servín.

Recordó que a la edad de 20 años –aproximadamente – salió de Paraguarí para trabajar en algunas ciudades y comenzó poniendo un taller de sastrería en la casa de sus padres, luego resolvió como muchos en aquella época viajar a Argentina, donde estuvo por aproximadamente diez años, “salí de mi ciudad siendo muy joven, buscando un buen porvenir, así estuve por algunas ciudades, luego puse un pequeño taller – de sastrería – en la casa de mis padres, despues fui a Argentina por unos diez años, de ahí volví en 1978 y al año siguiente ya pude alquilar un local en la calle Julia Miranda Cueto casi Sgto. Silva, frente mismo a la tienda Juanita, y de ahí nunca me mudé hasta hoy día”, relató con cierto aire de añoranza el conocido profesional confeccionista.

Trajes para referentes sanlorenzanos.

“No puedo quejarme de mi suerte en el trabajo que tanto me gusta, en San Lorenzo siempre tuve clientes de buena calidad, así realicé trabajos sobre medida a la familia Sardi, Alcina, Martínez Quevedo, los Constantini y también hice trajes para don Felipe Salomón y hasta Monseñor Martínez y otros religiosos”, expresó Servín.

En su época casi no había trajes importados, por lo que cada sastre tenía mucho trabajo para las diferentes ocasiones, en cambio hoy día los comercios grandes traen de otros países, por lo que los sastres van dejándose de lado, “antes éramos los elegidos para confeccionar los mejores trajes para fiestas de todo tipo, hoy día si bien tenemos trabajo, ya no es como antes que para cada fiesta social los elegidos éramos nosotros para hacer los trajes sobre medida y a gusto de los clientes, en cambio en estos tiempos las casas comerciales mandan traer del exterior y ya no son como las telas de antes, por ejemplo, el casimir inglés, y eso hace que los verdaderos sastres ya no tengan mucho trabajo”.

Don Servín, expresó su deseo para la juventud diciendo que traten de ver también lo positivo de sus respectivos lugares, pero que, si tienen que protestar ya sea contra autoridades o alguna institución, lo hagan, pero dentro del respeto y con total pacifismo, ya que con violencia solo se consigue más violencia que causa temor y hasta puede ocurrir alguna desgracia.

Juan Servín Alcaraz, nació en la compañía Ñuati de Paraguarí el 6 de mayo de 1941, sus padres fueron: Juan Servín Ramirez y Buenaventura Alcaraz, su esposa es Blanca Escobar de Servín con quien tuvo tres hijos: Sonia, Javier y Silvia, por otro lado tiene dos hijos que viven en Paraguari que son Deolinda y Rufino. Javier es el que está a cargo de la sastrería ubicada en el centro de San Lorenzo. Tiene 16 nietos y 3 bisnietos.

Un tesoro de unos 150 años

Ya cuando estaba acabando la entrevista, Don Servín, nos mostró un tesoro bastante antiguo que hasta hoy día le acompaña en su labor, una tijera que usó uno de sus maestros – Giménez de Casa Roma de Asunción -, este el día que le regaló en 1963 le dijo que la familia – padre y abuelo – lo venían usando durante 90 años, desde entonces 1963 don Servín la viene usando por más de 50 años, por lo que fácilmente esa tijera tiene más de 150 años. Sin dudas un verdadero tesoro de la familia Servín Escobar.