Se llama Marcelo Arévalos, tiene 20 años y es oriundo del barrio Miraflores de San Lorenzo. Actualmente está en Taiwán donde fue gracias a las becas MOFA que otorga la Embajada de la República de China (Taiwán) en Paraguay para jóvenes que quieran realizar sus estudios de grado en dicho país. A la beca que se ganó meritoriamente se agrega el logro reciente de que fue admitido al Departamento de Diplomacia y Relaciones Internacionales de la National ChengChi Univeristy, la cual ocupa el 1er (primer) puesto en Taiwán.
“Orgullosamente puedo decir que me gané un lugar en la mejor universidad de Taiwán, sin embargo, aplicar a la NCCU definitivamente fue una de las cosas más desafiantes que hice a lo largo de mi vida educativa, por varias razones, como, por ejemplo, Al año solo admiten 5 estudiantes internacionales, además, el nivel de chino mandarín requerido era más alto del que yo tenía al momento de aplicar”, dijo a nuestra página el sobresaliente joven sanlorenzano.
Arévalo explicó que para ganarse el lugar tuvo que presentar su autobiografía, más un plan de estudios completamente en chino y escrito a mano. En los ensayos decidió disertar sobre las barreras que los paraguayos deben enfrentar para acceder a la educación, sobre todo si se proviene de los sectores de pobreza y pobreza extrema. A todo esto, agregó las falencias que se tiene en el país en cuanto a las políticas de inclusión educativa, así como el alcance y límites de los programas de educación gratuita en la reducción de las desigualdades.
El joven contó que en nuestro país siempre se interesó en ayudar a las personas, así se involucró en varias organizaciones sociales de ayuda a los sectores más carenciados, como por ejemplo el proyecto “Che valé”, donde enseñó algunas materias desarrolladas en las escuelas, también fue activo en el Banco Nacional de Alimentos.
Hoy día gracias a su aplicación e insistencia, Marcelo fue admitido al Departamento de Diplomacia y Relaciones Internacionales de la National ChengChi Univeristy, la cual ocupa el 1er (primer) puesto en Taiwán.
El feliz joven sanlorenzano dejó una interesante reflexión que muestra en realidad el camino que decidió realizar prácticamente desde su niñez, “La educación no es solo un asunto de los profesores y los responsables de las políticas públicas, sino de la sociedad en su conjunto. Consciente de eso, he asumido la desafiante responsabilidad de hacer un cambio en mi país y, al hacerlo, en el mundo. El futuro de Paraguay puede no ser mío, pero sé que mis valores y liderazgo lo moldearán”.
