Esta es la selección sanlorenzana de la vergüenza, del asco, de la porquería. Gente que por el voto subieron a robar y por nuestra flojera continúan robando. Esperemos que kiñokis sea «el último gran mondaha» de San Lorenzo, y que sus socios y chupamedias se vayan con él arrastrados por un raudal de votos que demuestre el verdadero sentimiento de nuestro pueblo. Que el gran buitre deje de revolotear por nuestras esperanzas de progreso, y que su «tierno polluelo» no sea un nuevo «tío albino» o un nuevo «kiñokis». Que en esta votación interna y en las muy cercanas municipales, la escoria que nos carcome… ya no pueda seguir pudriendo a nuestra ciudad. La democracia es libre albedrío, pero las malas elecciones se pagan con cinco años de penitencia.
