Curuzú siendo Curuzú (III)

Lilito “el mudo”. Cuentan las malas lenguas que en una sesión de la junta, se le posó una mosca en la naríz, y que se aguantó al bicho durante dos horas por miedo que si lo espantaba… le cedieran la palabra. Es el santo patrono de los barrabravas… cada vez que “necesita una manifestación” recluta patoteros a 50 mil por cabeza (los petardos los compra él). Su feudo es la dirección de RRHH dónde pone y saca a la gente que le conviene. Anda medio enojado con el lord mayor, por cuestiones de reparto de botín.