Recuerdo de mi niñez, que en cada semana santa –invariablemente- veíamos la película Ben Hur. Como éramos pequeños, no entendíamos mucho de la trama ni de los diálogos, pero eso si… nos apasionaba ver la escena del coliseo romano, cuando las cuadrigas –carros de cuatro caballos- competían en una carrera mortal, a la vista de todo el público.
Acá el circo es todo el año, ya que para los políticos del coliseo de vidrio no existe ninguna semana santa. Vamos a hacer un pequeño inventario de los carruajes que aún compiten dentro del circo municipal.
Carruaje sanitario
Después de la última chiripiolca de kiñokis, voló la directora del políclinico municipal. Bueno ahora tenemos directora nueva… la primera mejora que hizo fue colgar un tarifario en la entrada misma del policlínico municipal, con la lista de los servicios que hay y cuanto cuestan.
¡Nada gratis, señores contribuyentes!
¡Si se quieren enfermar ¡tienen que pagar!
Es lo mismo que llegar al copetín de la esquina -o a una lomitería de la autopista-, donde el cartel dice: asadito 5000, cervecita 3×10 mil, pancho 7000… Solo que en vez de comida chatarra, lo que ofrecen es medicina chatarra. ¿Será que no tienen vergüenza? Hay que tener cara de cemento para atender a una persona enferma y encima pobre, y sacarle el tarifario por la cara apenas entran al hospital.
¿Para eso se construyó un policlínico con la plata del pueblo? ¿Para eso se les paga sueldo con el dinero de los contribuyentes? ¿Para que lucren con la salud y la necesidad de la gente? Ña Loli… usted erró de profesión, en vez de médica debió ser panchera. Señora directora del policlínico ¡USTED ES UN CARRUAJE!
Carruaje publicitario
Mientras que se corre la voz de que en San Lorenzo la municipalidad no tiene plata para la compra de vacunas, el inefable intendente lanza una convocatoria para contratación directa de “publicidad y propaganda” por más de 148 millones de guaraníes. ¿No hay plata para vacunas pero hay plata para publicar avisos?
¿No sabe kiñokis que la gente se está muriendo en San Lorenzo?
¿No sabe kiñokis que nuestra ciudad es la que más contagios diario tiene, y el municipio donde hay más infectados?
Vuelvo a preguntarme: ¿No hay dinero para vacunas ni medicamentos, pero si hay plata par publicidad? ¿Qué es lo que va a publicar señor intendente… los obituarios de todos los ciudadanos de San Lorenzo?
Casi podría apostar que la famosa contratación directa va a ser otro de sus habituales plata yeú, donde el actor principal será el presta-facturas publicitario popularmente conocido como sapito, quien además es “funcionario” de la dinatrán gracias a “ciertos favores privados” que intercambia con el amigo senador.
Señor Intendente Municipal de San Lorenzo ¡USTED ES UN CARRUAJE!
Carruajes del transporte público
Encima de la pandemia que sufrimos, encima del desempleo y la crisis económica que tenemos encima, hay gente que para tomar un colectivo debe caminar varios kilometros. Y no estoy hablando de localidades aisladas como Toro Pampa o Kuruzú de Hierro… estoy hablando de la ciudad universitaria de San Lorenzo.
Resulta que si usted vive en el barrio San Ramón, o en Las Mercedes, o en Ñú Porá, y quiere viajar al centro de San Lorenzo, o a cualquier ciudad vecina, y no tiene vehículo, tiene que caminar varios kilómetros para poder llegar hasta un itinerario de transporte público.
La única línea habilitada por el MOPC dejó de circular desde la época de los dinosaurios, y la única linea interna –línea 4- no tiene ni cuatro colectivos. En otras palabras, toda la zona del antiguo kokueré no cuenta con servicio de transporte público.
Mientras patotero, carlitos y otros siguen peleando a muerte por los itinerarios internos, sus prestanombres siguen cobrando la cuota a los pobres infelices que quieren ganarse la vida con sus vetustas chatarras. El transporte público de nuestra ciudad es territorio pirata, para circular tenés que pagar o te apresamos. Y así, cada vez hay más chatarras, menos colectivos y más gente en moto o caminando.
Por su parte, el Vice Ministerio de Transporte del MOPC, si no es un albergue de planilleros –como la dinatrán- está lleno de calienta-sillas. No hay otra forma de explicar que la línea 29 haya desaparecido al mismo tiempo que los dinosaurios, y ellos ni siquiera estén enterados. Conste que los vecinos llaman a los medios, llaman por teléfono, envían notas… y nada.
Señor Vice Ministro de Transporte ¡USTED ES UN CARRUAJE!
Señores concejales que lucran con el trabajo de otros y privan al pueblo de algo tan simple y necesario como el transporte ¡USTEDES TAMBIÉN SON UNOS CARRUAJES!
Carruajes soqueteros
Si usted, amigo y vecino de San Lorenzo, tiene que ir a la municipalidad a hacer un trámite… prepárese. Nunca hubo tanto funcionario dentro del edificio municipal. Cada día aparecen docenas de caras desconocidas. Son los contratados… una especie rara que aparece cada cinco años y luego desaparece de repente.
Es que los políticos andan por los barrios prometiendo de todo, con la esperanza de hacer el rekutú. Regalan panchos, bolsas de pollos, y zoquetes. ¡Si! Como medio mundo anda desesperado, entonces los perros usan el dinero del pueblo para contratar gente a rolete.
Y los contratados andan por los pasillos de la municipalidad, sin saber mucho. Lo único que saben es: marcar entrada a las siete y salida a la una y media, y el resto del tiempo pegar calcomanías en los autos, pegar afiches en las columnas, y anotar “la gente que va a votar por el lider”. Algunos ni marcan… llenan una planilla dos días antes de fin de mes y el jefe firma. Total… el pueblo paga.
Así solucionan nuestros geniales políticos el problema del desempleo. Lástima que después de las elecciones –ganen o pierdan- a todos estos infelices se les va a acabar el contrato. Prometer hasta meter, y una vez metido nada de lo prometido.
Lo que ocurre no es novedad, ni es algo que la gente no sepa, pero siempre hay tontos.
Señores políticos que usan el dinero del pueblo para explotar la necesidad de trabajo de la gente… ¡USTEDES SON TODOS UNOS MALDITOS CARRUAJES!
La última voluntad de un pa’i
Me viene a la memoria aquel viejo paí que tras muchos años de sacrificado servicio a Dios y a la parroquia local, llegó a sus últimos momentos. El viejito era todo un santo, según recuerdan las abuelas de la ciudad… en sus últimos momentos, cuando ya se estaba muriendo, el curita mandó a llamar al Intendente y al Presidente de la Junta Municipal.
Los dos políticos se apuraron en llegar junto al viejito, y una vez reunidos, el sacerdote sonrió feliz. ¡Mis deseos se han cumplido! ¡Voy a lograr mi último sueño! Exclamó en moribundo. Voy a poder morir como mi maestro, rodeado por dos ladrones.
Cualquier parecido con nuestra realidad es pura y desafortunada coincidencia.
Bueno, con estos carruajes ya tenemos un panorama de como pinta la carrera del coliseo sanlorenzano para esta semana santa…
Y pensar que nosotros mantenemos todo este circo con nuestra platita.
Mientras tanto, nuestra ciudad –igual que el resto del país- sigue resbalando hacia el abismo.
¡akairó el pobre Ben Hur con semejantes rivales!
