A dos años de la gran bolaterapia

Es un término netamente paraguayo.

Casi cualquier persona entiende lo que significa, pero nunca sobra una oportuna aclaración: se suele llamar bolaterapia a aquellas proclamas mediáticas y rimbombantes que se suelen usar en momentos críticos para anunciar grandes cambios  o rápidas soluciones, las cuales luego resultan ser pura propaganda engañosa.

La bolaterapia es un sucio discurso basado en falsedades, que la mayoría de los políticos usa para mentir a la gente, y así prolongar algo de lo cual el pueblo ya está harto.

LA PRIMERA GRAN BOLATERAPIA

Hace exactamente dos años, el 21 de marzo de 2019 el flamante intendente Alcibíades Quiñones – quien recién tenía un mes en el poder- anunciaba pomposamente “… que la administración del ex intendente Albino Ferrer sería auditada por Contraloría General de la República…”. En esa oportunidad no faltaron las fotos ni las cámaras de televisión, ni los aplausos, único objetivo real de todo el montaje mediático del intendente y su corte de concejales. Consiguieron cambiar la imagen, calmar a la opinión pública y ganar tiempo.

Pero ¿qué fue lo que cambió en ese tiempo?

Aparte de tener “nuevo” lord mayor y un par de “nuevos” concejales… nada cambió. Nada se resolvió, nada se investigó, nada se denunció.

En aquellos días, nuestros cronistas –dando seguimiento a la supuesta investigación que tanto se mediatizaba- entrevistaban a Gustavo Gabriel Arana de la Dirección General de Control de los Organismos Departamentales y Municipios.

Ante la insistencia de uno de los periodistas, el alto funcionario del ente de control estatal, reconoció que “no existía ninguna resolución, ninguna orden de trabajo, por lo que no hay nada”. Y se refería a que desde San Lorenzo no salía ninguna denuncia oficial contra el destituido Albino Ferrer y su administración.

“La administración anterior (del Contralor General de la República Enrique García) no sacó ninguna resolución, eso yo he visto por la prensa nomas. Se fueron, estuvieron ahí, pero no sacaron ninguna resolución de trabajo”. (https://www.sanlorenzopy.com/55475/auditoria-a-gestion-de-ferrer-fue-solo-para-la-foto/)

Ante el hartazgo del pueblo se anunció a los cuatro vientos que “el Intendente Ferrer” había sido “sacado”, en razón de los malos manejos administrativos del municipio. Ante la prensa se hablaba de “robo”, de “malversación”, de “faltante de dinero”, de “corrupción”, y los que hablaban eran los propios contralores de la ciudad: la junta municipal.

No faltaron algunos ciudadanos despiertos, quienes haciendo memoria, recordaron que los mismos concejales que ahora hablaban pestes del “padrillo republicano” eran los mismos que año tras año aprobaban con sus firmas y sellos las rendiciones, los informes y las ejecuciones presupuestarias del Intendente. Esas personas se preguntaban ¿cómo pueden denunciar ahora, aquello que hace poco aprobaron de forma unánime?

Los comentarios que fluían desde ciertos círculos de confianza hacia los pasillos municipales aseguraban que la renuncia de Albino Ferrer solo fue un acuerdo entre amigos. Don Albino estaba cansado y enfermo y ya no aguantaba más, y los concejales necesitaban blanquear la municipalidad, sin que se destape la olla. Nada de escándalos, nada de andar removiendo las cosas. El tiempo todo lo cubre, la gente se olvida… y mientras tanto todos siguen haciendo grandes negocios.

No pasaría nada que pudiera asustar a Ferrer ni a quienes fueron integrantes de su primer anillo: ese era el precio de la paz… y del silencio mutuo.

Incluso aquellos cargos claves dentro de la caída administración, siguieron sin cambio alguno. No pasó nada. Los primeros que debieron haber sido sumariados e investigados por enriquecimiento ilícito… se quedaron atornillados en los mismos puestos claves de la administración comunal. Basta como ejemplo la Unidad Operativa de Contrataciones (UOC), codiciada oficina donde hasta hoy día siguen “solucionando” las irregularidades que aparecen en llamados a licitaciones, contratos, y compras directas. Hasta se dan el lujo de clonar las consultorías realizadas anteriormente. Este último punto merece una investigación aparte y una crónica periodística exclusiva.

LA SEGUNDA GRAN BOLATERAPIA

Como si todo el complot mencionado… fuera poca cosa, en enero del año pasado (2020) la propia Contraloría General de la República anunció el arribo de más de 20 auditores para estudiar lo relacionado a varias denuncias hechas en la fiscalía y en el ente contralor nacional en contra de la administración de Alcibíades Quiñones.

Nos hicieron creer que todo se aclararía, que por fin la verdad iba a decirse y que –de una vez por todas- se haría justicia. Sin embargo el “súper equipo de investigadores” se encuentra en alguna parte de la geografía nacional –no se sabe si en San Lorenzo, en Asunción o en el Himalaya-  desde hace más de 90 días, y en todo ese tiempo lo único que han dado a la luz, ha sido un informe parcial sobre uso de Royalties y Fonacide. Luego de tan extenuante labor, los sabuesos de la CGR se encuentran aguardando la respuesta de la Administración Municipal y del Departamento Jurídico quienes estarían alegando sobre varios señalamientos de “faltas administrativas”. Hay quienes aún quieren creer en la Contraloría –que no deja de ser un contralor político al igual que nuestra Junta Municipal- y albergan la creencia de que se podrían destapar varios delitos contra los bienes públicos de los contribuyentes sanlorenzanos.

Entre algunas denuncias que se encuentran bajo la lupa de la CGR, se encuentran temas vergonzosos, notorios e innegables como las “plazas de oro”, “caseta de oro”, “baches de oro”, “escuelas de oro”, “ciclovía de oro”… solo por mencionar algunos.

Pero nada nos quita de la cabeza que todo vuelve a ser un montaje político, una gran simulación, un cuento chino, una nueva bolaterapia.

Y es que el reloj avanza, las hojas del calendario van cayendo, al mismo tiempo que el enriquecimiento y la desfachatez cada vez se disimulan menos.

Y nadie parece encontrar nada.

El Estado parece no ver aquello que salta a los ojos del pueblo.

Aunque tienen una silueta parecida: una lupa y una sartén son de usos bien diferentes.

La primera permite ver mejor los detalles, ayuda a descubrir lo oculto, muestra mejor las cosas. La segunda no deja ver nada a través, y sirve para cocinar cualquier cosa.

¿Cuál de las dos herramientas será la que, en estos momentos, se está usando en la ciudad de San Lorenzo?.

Carlos IV