Mbeguemi online: Lo que el viento se llevó

Bueno parece que la sólida unidad del negocio municipal empieza a resquebrajarse.

Al primer asomo de una investigación oficial sobre la turbia administración los muchachos empezaron a ponerse nerviosos. Se escucharon relinchos y rebuznos en varias oficinas del palacete: que a pesar de ser puro vidrio, oculta muchas cosas dentro.

Parece que –para la $anta aplanadora– hay mucho de qué preocuparse, porque los nueve secuases, andan bastante agitados últimamente. Y ni hablar del lord mayor, que anda más nervioso que pirata mirando la horca.

Pareciera que no le resultó al senador bananero el truco de poner un cuate dentro de la institución: el resto de los contralores no están en la nómina. El amigo era de confianza, anduvo abrazadito a kiñokis y a patotero desde la campaña del 2015. Se sacaban fotos chupando y asadeando… y hasta le regalaron un buen pedazo de calle para que pudiera poner cómodamente su humilde casita.

Pero al amigo lo dejaron fuera de la fiscalización, y los otros fiscalizadores pareciera que no responden ordenes de la rosca local.  Tal vez por eso fue que desde la pasada semana los suspiros comenzaron a ser cada vez más fuertes. Y no sería por causa de San Valentín, ya que los susurros pronto se convirtieron en grito pelado.

Se dice que lo que desató la ventolina fue cierto dictámen preliminar de la Contraloría, que cayó muy mal entre los nueve honorables secuaces, y peor al intendente. Mientras los ediles soplaban y resoplaban como riña de gatos, el que realmente explotó fue $an Kiñokis. Sus leales cuates miraban para otro lado y se lavaban las blancas manitas.

Lo dejaron solo con sus hermosas Plazas de oro, y de yapa… la Caseta de oro. Nadie sabía nada, nadie vio nada: los nueve encubridores que hace pocos días aprobaron el balance municipal sin mirar un solo documento, ahora traicionaban al amigo que tanto había compartido con ellos.

Parece que a la hora de pagar la factura por todo lo que se ha hecho, se acabó el compañerismo. Parece que tenía algo de razón aquel gordito que dijo públicamente que conocía la justicia … porque hasta él se empieza a dar cuenta de lo que se le viene.

Gente volando por todas partes

El asunto es que el Lord Mayor armó un lío mayor, y empezó a echarle en cara a sus $ocios su falta de lealtad. Sopló y resopló tanto que empezaron a volar papeles, documentos, biblioratos… hasta el secretario general salió volando de su cargo. ¡Pobre! Tendrá que consolarse con su lorito amigo, el único que lo comprende.

Pero el huracán municipal no paraba. Al poco rato ya estaba agarrando toda la manzana, y en medio del torbellino otra que salió volando fue la pobre Cinthia… y el policlínico municipal se quedó sin directora.

¡Imagínense qué tragedia! Un policlínico que casi no tiene profesionales, que no tiene equipamiento, que a falta de medicamentos reparte muestras gratis, que no tiene camas ni para los vecinos de la cuadra, que no tiene recursos ni rubros, y dónde lo único que había eran zoquetes… y encima le vuelan hasta la directora… 

Lilito, que se creía lider de los barrabravas, quiso plantarse ante el jefe, pero no le duró mucho la valentía y salió rajando del lugar. Y parece que detrás de él… lo rajan también al pobre pachu… porque hace rato que Carlitos (que de gil no tiene nada) le ha echado el ojo a la oficina de RRHH. Dicen que es una mina de oro esa repartición.

Mientras esto acontecía en el palacio de vidrio, una feroz tormenta caía sobre las oficinas de Acción Social. Sin embargo Ña Natalia se agarró de las paredes con uñas y dientes, y, – como es algo pesadita – no hubo huracán que se la pueda llevar.

A lo mejor usaba algunos kits como contrapeso…

En otras dependencias el viento sacudió a muchos funcionarios, y aunque algunos volaron y otros están por volar… hay gente que se siente bastante segura. Son aquellos que tiene experiencia en cataclismos municipales. Por ejemplo cierta funcionaria come-sueldos que ya sobrevivió al naufragio del anterior intendente (su queridísimo tiíto).

Los superfuncionarios

Algunos dicen que se agarró tan fuerte que ni un tsunami la hubiera separado de su zoquete. Otros dicen que en realidad, la pobre elefantita se trancó en la puerta. Es que su enorme trasero no pasa así nomás… y todavía deben estar tratando de destrancarla, aunque será dificil porque la grua está en el taller, y a los funcionarios de aseo urbano no les están pagando su salubridad.

Mientras todo se sacudía con el vendaval, allá en el fondo de su turbia pecera de UOC, el pulpo odix se aferraba con todos sus tentáculos. Parece que de ahí no la quita nadie: el problema es que para sacarla, hay que remover la suciedad que está en el fondo… y hay ciertas cositas que no deben salir a la superficie, porque si no…

En el tercer piso –madriguera oficial de la $anta aplanadora– el viento se sentía bastante fuerte. Se escuchaban gritos, gente que corría, portazos, discursos… eré eréa.

Y mientras los perros se consolaban mutuamente, a la aplanadora se le empezaba a rajar su poderoso chasis: se caía un tornillo azul, se desprendía una tuerca verde, se le salía un resorte amarillo… se le empezaba a caer todo.

Tenía razón mi abuela ¡Qué poco duran las amistades baratas y que caro resultan al final!

Recomendación para politicos

Muchachos si van a hacer campaña política, háganla en las plazas. Por ejemplo pueden usar la hermosa Plaza Cerro Corá como lugar de concentración, para que el pueblo se de cuenta del estado desastroso en que están dejando a la ciudad universitaria.

También podrían utilizar las 14 plazas de oro para hacer campaña… pero me temo que si van a hacer hurras por esos lados, los vecinos los van a correr a cascotazos.

Ojo al aviso

Parece que la gente se ha olvidado ya del Ykuá Bolaños. Al menos en la municipalidad de San Lorenzo parecen haberse olvidado. Si cada 1º de agosto tenemos que recordar la triste pérdida de centenares de vidas –en un solo incendio- eso no solo se debe a la criminal actitud de los Paiva, sino a la absoluta incompetencia y torpeza de la administración municipal del ex intendente asunceno: Enrique Riera.

Y acá parecen decididos a imitar, o incluso a superar aquella terrible tragedia. No hace mucho se incendió un tanque de gas en una estación de servicio… afortunadamente no hubo víctimas. Pero la semana pasada ya tuvimos la primera desgracia: una joven murió asfixiada por el humo en un local de la cadena Biggie. Deberíamos tomar esta trágica muerte como aviso, y evitar que ocurra otro Ykuá Bolaños en San Lorenzo.

La diferencia entre voluntarios y recaudadores

Ocurre que –anteriormente- los bomberos voluntarios recorrían y controlaban surtidores, supermercados, depósitos y otros establecimientos en prevención de incendios. Pero ahora lo hace el Departamento de Prevención de Incendios… de la Municipalidad. Y como todo lo que es municipal: no entienden un carajo, y no hacen un carajo.

Lo que dicen los expertos municipales es que –por ley- la municipalidad es la responsable de la seguridad de todo el municipio. ¡Excelente! ¡Vayan y apaguen un incendio con su ley!

Dicen que –por ley- es atribución municipal la integridad física, la salud, y la vida de la población. Pues… quiero ver quien va a asistir a los accidentados, quien va a rescatar a los atrapados y quien va a llevar a los herido en ambulancia… cuando los bomberos voluntarios dejen de hacer su trabajo.

Porque los municipales, que no son voluntarios, encima parecen no tener voluntad para hacer nada, pero eso si cobran su sueldo -aunque no hagan nada o aunque no sepan hacer nada.

Por el momento, me bastan los testimonios de vecinos y contribuyentes que aseguran que si antes veían a los bomberos revisando la seguridad de los comercios y gasolineras, “desde que se abrió el departamento de prevención de incendios de la Municipalidad, ya nadie revisa nada, nadie controla nada… solo esperan cómodamente sentados en sus oficinas para cobrar…”.

Descubra las 7 diferencias

A ver si descubren las siete diferencias entre un bombero voluntario y un funcionario de la intendencia:

  1. El bombero voluntario está las 24 horas a disposición de la ciudadanía.

      El funcionario municipal entra a las 7 y sale a las 13,30.

  • El bombero voluntario hace su trabajo por vocación de servicio, el voluntariado es honorario, o sea que no cobra sueldo por su servicio

El funcionario de la intendencia trabaja porque consiguió el zoquete de su padrino. Todos cobran sueldo pero algunos nomás trabajan.

  • El bombero voluntario está dispuesto a arriesgar la vida por los demás.

El funcionario municipal tiene que estar listo para hacer hurras por su líder o pierde el zoquete.

  • El bombero voluntario es un personal de la defensa civil que se entrena cada día, no solo en teoría sino en la dura lucha. Son profesionales y especializados.

El funcionario municipal está en la municipalidad porque es leal a un dirigente, a un concejal, o al intendente. Algunos tienen estudios, otros entran por padrinazgo.

  • El bombero voluntario hace su trabajo sin esperar siquiera que le agradezcan.

El funcionario de la intendencia que más sueldo gana es el que menos hace por su comunidad.

  • Los bomberos voluntarios llegan a pagar de su propio bolsillo el combustible de sus ambulancias y autobombas. Reparan como pueden las ruedas y los motores.

El funcionario municipal generalmente tiene auto porque gana bien, pero aún así suele usar vehículo y combustible municipal para muchas cosas que no son municipales.

  • El bombero voluntario tiene que tener un empleo honesto para poder ingresar en el cuerpo o en la compañía a la que pertenece. Se paga sus gastos y su comida. Y hasta su equipo debe comprar salvo aquellos equipos viejos que vienen donados de otros países.

Algunos funcionarios viven de su trabajo diario en la municipalidad, otros viven igual del municipio pero ni siquiera trabajan. Y hay otros que además del sueldo que reciben, se la pasan haciendo de “gestores” en horas de trabajo, y además son conocidos coimeros. 

Aun así, repetimos: lo ocurrido en Biggie es un AVISO de que una tragedia mucho peor podría ocurrir en razón de la falta de prevención en que se encuentra actualmente nuestra ciudad. Y ojalá nunca ocurra en esta bendita ciudad otra muerte por fuego, por explosión o por derrumbe -que ya han ocurrido varias- pudiendo las mismas haberse prevenido y evitado. Porque si eso ocurre, le refrescaremos públicamente la memoria a nuestro Intendente, a nuestros concejales y a los directores rascabolas que pululan por los barrios más dedicados a hacer proselitismo que a proteger nuestras vidas y bienes, razón por la cual les estamos pagando su sueldo.

Ojalá y en esta, al menos nos estemos equivocando, y jamás tengamos que lamentar una desgracia derivada de la negligencia de las autoridades.