Mbeguemi online: Vamos cambiando

Herencia municipal

Cada vez que sube un intendente nuevo se encuentra con las mismas cosas: las arcas municipales totalmente vacías. Parece que la democracia nunca anduvo muy bien por esta ciudad universitaria, fíjense que el primer intendente democrático que tuvimos (allá por los ’90) hasta condones y perfumes compraba con cheques del erario público.

La ciudad tuvo años dorados bajo la administración de Don Miguel Curiel y también bajo el gobierno del Ingeniero Eladio Gómez, pero hasta ahí nomás.

Luego empezó el desastre: primero germancito, después tío albino y ahora kiñokis.

Cada fin de año había que pedir plata prestada, cada mes los salarios se pagaban más atrasados, cada día los proveedores llorando porque no podían cobrar, cada semana las calles más rotas y más sucias, y cada cinco años … la municipalidad más saqueada del Paraguay era San Lorenzo.

Ni monedas de 50 guaraníes dejaban en caja.

Pero las cosas van a cambiar con esta administración: es indudable que kiñokis –a diferencia de sus dos antecesores- no va a dejar vacío el “tesoro municipal”.

Puede estar seguro el próximo intendente, que cuando asuma, va a encontrar las finanzas bien cargadas… bien cargadas de deudas, cuentas atrasadas y facturas por pagar.

Y para eso la honorable aplanadora ha dejado bien abierto el camino con sus gastos plurianuales. Entiendase: le dan poder al actual, para gastar a cuenta de la plata de futuros gobiernos. Y hasta están pensando en otras formas de empeñar el municipio con bonos y cosas similares, para poder saquear todo lo posible ahora… ya que saben que no van a volver.

¡Aprobado!

Mientras tanto los muchachos se apuran a blanquear todo lo que pueden, antes que se termine el tiempo. Y es que en ciertas áreas municipales el reloj parece ir marcha atrás… (cada día faltan 24 horas menos para las elecciones), y cuando eso suceda… ¡ZÁKATE!

Por ejemplo, la $anta Aplanadora  fiel a su liturgia semanal, se apuró a aprobar el “balance” administrativo del $ocio intendente.

El procedimiento es simple:

  1. Traen el papeleo (que nadie lee, porque es más falso que cuerno de mono).
  2. Muestran los biblioratos ante las cámaras, para que el pueblo pueda ver que “han trabajado mucho”.
  3. Derivan “los papeles” a las Comisiones Asesoras, que casualmente están presididas únicamente por “Concejales leales” a la Aplanadora.
  4. Le hacen escribir a algun asesorete “que habiendo estudiado los documentos presentados, la comisión por unanimidad recomienda aprobar”, cuando en realidad nadie ha leído nada, y durante “los estudios realizados” se la pasaron riendo, comiendo uvas y tomando cafecito.
  5. Aún si el Intendente remitiera biblioratos conteniendo todas las novelas de Roa Bastos, o “alicia en el país de las maravillas”… nadie de los “estudiosos” se enteraría jamás, porque… jamás leyeron ni estudiaron nada.
  6. Esperan hasta el miércoles –día fijado para la pantomima- y en medio de la sesión presentan “los dictámenes de las comisiones asesoras”. Para que el guión de teatro sea más creíble varios honorables piden la palabra, otros apoyan, y no faltan aquellos que hasta repiten de memoria el “elogio” que les pidieron que prepare.
  7. Entonces -como si no supiera lo que va a pasar- el honorable presidente llama a “votación”. El “opositor” adelanta que “él votará en contra”, los nueve “leales” con oblongo a la cabeza repiten “Aprobado…”
  8. Curiosamente dos concejales no votan: ellos alegan que no se les permitió estudiar, ni considerar… ni siquiera mirar el voluminoso monton de papeles. Dicen que si no se les permite saber lo que el documento contiene, no pueden aprobarlo ni rechazarlo. Sin embargo al único concejal opositor SI le permitieron ver los papeles que rechazó… ¿qué raro? ¿será porque “hola grupo” es el candidato del mismo partido que el presidente? ¿Qué otra obra de teatro se estará preparando? Tal vez se titule: “Los azulejos son inocentes”.

… y colorín colorado, el robo al pueblo ha sido aprobado.

Breve historia de los fatos aprobados por los nueve cómplices del Intendente.

Se aprobaron entre otras cosas:

  1. La caseta de oro.
  2. Las 14 plazas de oro, donde se hicieron pagos reales para reparaciones y mejoras falsas.
  3. El cuento chino del cambio y reparación de techos, columnas y vigas de la escuela “Rita Surroca”.
  4. El cuento de las meriendas escolares para escuelas que no tienen clases,
  5. El engaño con las compras y uso de materiales que hicieron en la ciclovía,
  6. La burda estafa de los baches clonados donde usan una foto para demostrar decenas de trabajos falsos que “pagaron” pero que nunca hicieron.
  7. El descarado bacheo donde con cada lluvia se gastan cientos de millones en reparar siempre los mismos baches.
  8. El cuento de las con$ultorías externas que cobran millones para hacer trabajos que, supuestamente ya habrían hecho los funcionarios a sueldo, y que al año siguiente volverán a pagar aunque ni siquiera se vuelvan a hacer.
  9. La burla de los asfaltos flotantes de San Lorenzo, que a los pocos días de inaugurados salen a navegar por los raudales.
  10. Los 300 millones de guaraníes en empedrados que el intendente no quiere contar en cuáles calles se habrían –supuestamente- realizado.
  11. Los 600 millones de guaraníes sobre los cuales el Intendente habría mentido con relación al Consejo Local de Salud.
  12. Las obras mal hechas, con serio impacto ambiental negativo para la ciudad y la población, hasta el punto que manzanas enteras terminaron con las viviendas bajo el agua.
  13. La supuesta construcción de empedrados por montos superiores a los 9 mil millones de guaraníes que solo existen en los papeles, porque las medidas de las calles “pavimentadas” no alcanzan jamás a la superficie por la cual se pagó ese dineral.

Y esa es solo la punta del iceberg…

El amable justiciero

Y resulta que aquél terrible señor que se cree el hermano mayor de Astrea, y que es alérgico a las caricaturas, no es ningún santo. Entre otras cosas se rumorea que anduvo por los 54 barrios de San Lorenzo otorgando favores a personas amigas… a cambio de “lealtad”.

Por ejemplo: Ña Maura, vecina de Villa del Maestro, que es jubilada de IPS y vive en una digna vivienda… fue favorecida por el amigo candidato con un sueldito para abuelitos.

Otro ejemplo: Sin caminar muchas cuadras tenemos a la peluquera del barrio, quien además de contar con negocio propio, vive con toda su familia… “cada mes le enviaré a mi nietito para que cobre el sueldito que me regalo el amigo candidato…” (Claro, la abuela no necesita esa plata, así que le regala al nieto para sus gastos de pendejo).

Y encima este divino personaje tiene el tupé de decirle a sus correlíes “no vayas a contar nomás, esta es una ayudita que YO TE DOY, porque ustedes siempre me fueron leales. No te vayas a olvidar que YO TE AYUDÉ.

Seguro que después de repartir la plata ajena a sus leales amistades el amigo candidato aprovecha para ir a cobrarle el alquiler a los inquilinos de su edificio propio de apartamentos. Y es que, en la política, le ha ido tan $$$$$$$$, que ya parece haber olvidado los días en que vivía con toda su parentela en una piecita de 4×4.

No es ningún santo y no es ningún zonzo, pero ¡OJO! porque él asegura que conoce a la Justicia… (yo que tú… no estaría tan “alegre”).

Otro que reparte plata ajena

Parece que el titiritero quiere poner a toda la familia en el poder: no solo sueña con poner a su “tierno retoñito” como lord mayor de los 54 barrios, sino que además él quiere ser número uno. Aún cuando sabe que en una elección –sin listas sábanas- no tiene la más mínima chance, asegura que en breve será “Presidente”. Y no hablamos de un club social. No. El atorrante decidió que será Presidente del Paraguay.

El gran conspirador calcula que -así como llegó (con intrigas y traiciones) hasta el trono parlamentario- también puede apoderarse del trono del tendotá. Y para ello conspira con ángeles y demonios, hace reuniones raras en casas de pu… digo modelos, anda entre curas y milicos, entre narcopolíticos y lavadores.

Además roba latifundios y promete terrenitos.

Últimamente reparte promesas (aumentazos y regalitos) a funcionarios que además de ser ricos, no pueden justificar su riqueza.

Así anda, oficina por oficina, burdel por burdel, juntando votos para “el juicio político”.

Gasta dinerales (de plata del pueblo) en cenas y en “ayudas”, y tiene una larga fila de idiotas a los que les prometió meterlos (a ellos y a sus parientes) en altos cargos del parlamento.  Y es que el diablo sabe por diablo, pero más sabe por viejo.

“No seas tonto”- les susurra el tentador a los oídos- “vas a ganar mucha plata, pensá en tu familia, pensá en tu futuro”.

Tan inteligente es, y tan boludos son sus seguidores, que ya tiene asegurados centenares de cargos públicos… que no existen. Por eso le dicen “cacho” porque la banana se la come él (se sabe) y las cáscaras que va tirando las pisan los que lo siguen.

Otro que cumple a rajatabla aquel viejo refrán bananero:

“Prometer, prometer, hasta meter… y una vez metido, nada de lo prometido”.