Ayer la Policía Municipal de Tránsito (PMT) puso en evidencia la falta de planificación por parte de la Municipalidad de San Lorenzo para realizar acciones (supuestamente contra el COVID-19) como ser la clausura de la calle Sgto. Silva en zona adyacente al mercado municipal. Esta acción en realidad favoreció a los ilegales (que ocupan veredas y asfalto de Julia M. Cueto) y a grandes casas comerciales que incluso nunca fueron molestadas por permitir la aglomeración de personas dentro y fuera de sus locales.
Perjudicaron a quienes trabajan de manera legal. La “cereza de la torta de la falta de planificación” es que perjudicaron por varios días a quienes justamente están de manera legal dentro del mercado, quienes prácticamente fueron los primeros en implementar el protocolo del MSPBS que es, el uso de tapabocas, lavatorio de manos y alcohol en gel.
PMT hizo de inspector de salubridad. A todo esto, se puede agregar que un inspector de tránsito municipal (responsable para dirigir el tránsito y no para control de tema salubridad) fue a comprobar que los protocolos de prevención de COVID-19 se está implementando debajo del tinglado del mercado. Esta acción delató la ausencia total de dos departamentos que deberían estar trabajando intensamente en el control de cumplimiento de protocolos de prevención contagio y propagación del coronavirus como son los de Salubridad y de Medio Ambiente de la Municipalidad.
Casas comerciales beneficiadas con cierre de calle. En las redes sociales se viene denunciando desde hace varios días que dos conocidas casas comerciales (beneficiadas con el cierre de la calle Sgto. Silva) no cumplen con el protocolo de la no aglomeración de personas, pero a ninguna autoridad municipal ni nacional se le ocurre ir a hacer cumplir con los protocolos, incluso eso merece una sanción por incumplimiento de la cuarentena.
No hay planificación. Lo cierto y lo concreto es que no hay una seria planificación por parte de ningún departamento de la municipalidad local y si accionan, curiosamente favorece a grandes comerciantes y a los ilegales que ocupan calles y veredas, mientras que los perjudicados son siempre quienes cumplen con los reglamentos vigentes.
