Existe una intencionalidad de quebrar al estado repartiendo lo que no se tiene, dijo ayer la ministra de salud Esperanza Martínez, respecto a los incrementos incluidos al Presupuesto de Gastos de la Nación en la Cámara de Diputados. La cámara baja aprobó el miércoles una suba salarial del 20 por ciento para todos los funcionarios públicos sin contemplar la fuente de financiamiento.
La ministra Martínez señaló que esta intención de quebrar económicamente al Estado se evidencia “sobre todo negando la aprobación de las leyes que pueden generar más recursos para el Estado” como el Impuesto a la Renta Personal (IRP) y el impuesto a la soja.
Señaló que “probablemente” el Estado no podrá sostener todos los aumentos estipulados por los diputados que incrementaron en 3,5 billones de guaraníes el presupuesto para el 2012, sin incluir los más de 700 mil millones de guaraníes que demandarían los reajustes salariales.
“Yo no quiero entrar en un tema demagogo y decir si vamos a aumentarle a todos, no es un problema de voluntad sino de posibilidad”, dijo la secretaria de Estado.
Martínez señaló que este “es un tema muy preocupante” considerando que la institución a su cargo tiene 33.000 funcionarios que deberán obtener esos beneficios, en algunos casos superiores al 20 por ciento general.
“Estoy preocupada por las cifras que fueron aumentadas y yo no sé si esto tiene o no sostenibilidad financiera. Y sobre todo porque sé que hay incrementos para la cartera de Educación, para el Poder Judicial, para las Fuerzas Armadas, la Policía”, dijo.
La ministra vaticinó que si los fondos no alcanzan los fondos para llegar a fin de año “vamos a tener que despedir gente, estoy realmente muy preocupada”.
“Vamos a hablar con todos si esto es o no sostenible. Yo suelo aplicar un incremento de salario, pero si no vamos a llegar a fin de año el Estado va llegar un momento que no va tener recursos para pagar salarios y esto puede ser una situación muy grave para el país”, acotó.
