El Sumo Pontífice realizó un balance del 2015 y pidió no olvidar los «muchos días marcados por la violencia», pero tampoco los «grandes gestos de bondad» que no deben ser ensombrecidos por la prepotencia del mal. Esto lo mencionó durante la celebración de las primeras vísperas de la Solemnidad de María Santísima Madre de Dios, una ceremonia celebrada en la basílica de San Pedro y en la que se entonó el «Te Deum» de acción de gracias por el año pasado.
En su homilía, el Santo Padre dijo, «No podemos olvidar que muchos días han estado marcados por la violencia, la muerte, los indecibles sufrimientos de muchos inocentes, de refugiados obligados a abandonar sus países, de hombres, mujeres y niños sin un hogar estable, sin comida o sustento».
Por otro lado, llamó a recordar los grandes gestos de bondad, amor y solidaridad que han llenado los días de este año, aunque, según recalcó Bergoglio, no se han convertido en noticia para los informativos.
Indicó además que el bien siempre vence, aunque en algunos momentos pueda parecer débil u oculto.
En este último día del año, según el Papa, es preciso verificar si los hechos del mundo se han producido de acuerdo a la voluntad de Dios o se ha atendido prioritariamente a los proyectos de los hombres.
Así también repasó la situación que ha vivido la capital italiana en los últimos doce meses, marcados por casos de corrupción y mafia y por una acuciante crisis política que derivó en la disolución de su propio ayuntamiento.
Lo hizo ante varias autoridades de la capital italiana.
Asimismo, durante la ceremonia, besó una representación del Niño Jesús ubicada a los pies del altar mayor al tiempo que el coro de la basílica entonaba «Noche de Paz». Después de su homilía, Francisco permaneció varios minutos arrodillado en el altar papal.
Al término de la misa, el pontífice salió de la basílica mientras el coro cantaba el «Adeste fideles» con destino a la plaza de San Pedro para rezar ante el Portal de Belén y el abeto instalados durante el periodo navideño, según publicó la agencia EFE.
Por Claudia Meaurio
