“Desvestir a un Santo para vestir a otro.”

Haciendo honor a la frase “desvestir a un santo para vestir a otro”, Albino Ferrer, en reunión realizada el día martes pasado con aproximadamente 50 vendedores informales, instó a cumplir con una ordenanza  que reglamenta que entre pared y calle haya unos 80 centímetros libres para la circulación de peatones, sin embargo, al mismo tiempo dijo que pueden seguir ocupando 70 centímetros sobre la ruta internacional Julia Miranda Cueto, lo cual está prohibido por ley.

La avenida J. M. Cueto esta cada vez mas invadida por vendedores informales

La reunión fue en el despacho del intendente y los vendedores en todo momento manifestaron su oposición en cuanto al despeje de las veredas. Uno de ellos incluso  manifestó que el proyecto “metro bus” del  Gobierno Nacional no es una buena idea, debido a que “la gente es ignorante y apeligrará la integridad física de la ciudadanía.”

La presión de los vendedores informales hizo ceder al intendente, quien dijo a los presentes que la notificación hecha para desalojo queda en el “opareì. “La ordenanza municipal es bien clara, 80 centímetros de la vereda es de la municipalidad y esos 80 centímetros usen para que yo les pueda respaldar, usen la calle 70 centímetros y con eso ya hacen un metro y medio. Eso mantengan” afirmó Ferrer.

Finalmente esta atípica opción que dio Ferrer convenció a los vendedores quienes una vez más ganaron la pulseada, esta vez ante un intendente que incluso prefirió estar en contra de una ley nacional antes que velar por el ordenamiento de la ciudad.

Mercado trabaja a pérdidas, según el Ejecutivo.

Los comerciantes dejaron sentado que la recaudación del canon diario deja sumas millonarias a las arcas municipales, mientras que el intendente aseguró que el mercado causa una perdida mensual de unos 40 millones de guaraníes.

Según indicó un asesor económico del municipio, lo cobrado por día es apenas un millón cien mil guaraníes. Aseguró además que debido a la baja recaudación y la pérdida que ocasiona a la economía municipal, se deberá elevar al doble el cobro por las famosas “mesitas” causando una protesta generalizada entre los comerciantes.