Por Claudia Meaurio
Bajo el lema de #UNAnotecalles, gran cantidad de universitarios se concentran desde ayer en las inmediaciones del Rectorado de la Universidad Nacional de Asunción (UNA). Los estudiantes seguirán firmes hasta contar con el documento de renuncia del rector Froilán Peralta.
La casa de estudios terciarios de alto renombre del país afronta actualmente momentos determinantes tras a salir a luz varios hechos de irregularidades en el manejo de los rubros docentes.
El rector, Froilán Peralta, se encuentra en constante escrache desde hace unas semanas a consecuencia de la repartija de rubros docentes a funcionarios privilegiados, sin ser estos acreedores de cualidades para ejercer dichas funciones.
La Fiscalía General de la República y la Contraloría tomaron intervención a partir de las denuncias realizadas por el diario Última Hora. Ambas instituciones del Estado abrieron una investigación en busca de que los hechos sean esclarecidos.
Froilán es investigado por el delito de lesión de confianza. En en tanto que varios funcionarios están en la mira por cobro indebido de honorarios, tráfico de influencia y enriquecimiento ilícito.
Gran parte de los funcionarios que están en la mira son parientes de Tatiana Cogliolo, la exsecretaria privada del rector, que cobraba G. 5 millones como docente de Veterinaria en dos cátedras. Además de percibir una bonificación y otro sueldo paralelo. La lista también incluye a la anterior secretaria, Cristina Mongelós y a varios parientes suyos.
Diversos Centros de Estudiantes de las distintas facultades de la universidad se pronunciaron al respecto por medio de comunicados, llamando al paro estudiantil hasta que el rector renuncie a su cargo.
Tras la inminente presión del sector académico, Froilán anunció el pasado domingo durante un programa de televisión, que pediría permiso por tiempo indefinido, durante el proceso de investigación.
Las declaraciones hechas por la máxima autoridad no fueron de agrado para los universitarios, quienes fueron levantando con mayor intensidad su voz de repudio contra la corrupción.
Este martes, en sesión extraordinaria el Consejo Superior Universitario se reunió para analizar la solicitud del rector. Durante la reunión, sus integrantes resolvieron por unanimidad instarle a que renuncie a su cargo y también convocaron a una asamblea universitaria, la cual fue agendada para el martes 29 de setiembre.
Sin embargo, los estudiantes no están conformes y aseguran que se mantendrán firmes en el lugar hasta que se concrete la renuncia de Froilán Peralta. De igual manera solicitan que los ocho alumnos que integran el Consejo Universitario como el vicerrector también den un paso al costado.
La movilización estudiantil comenzó el pasado viernes con la participación de cientos de alumnos y docentes en la marcha organizada por colegios públicos y privados por una educación de mayor calidad en el país.
“No podemos proteger el nepotismo, debemos ser el ejemplo como jóvenes. Hace 21 años que Froilán está haciendo lo mismo, y ya es hora del cambio. Lo único que hizo es crear una disputa entre facultades, que solo terminó afectando a los estudiantes”, expresó Víctor Prieto, de la Politécnica.
Por su parte, Guillermo González, de la carrera de Medicina de la UNA, mencionó que es triste la imagen actual de la universidad y expresó su indignación porque considera que esa casa de estudios se está convirtiendo en una seccional.
A modo de conocimiento para la ciudadanía, cabe destacar que el rector de la Universidad Nacional de Asunción (UNA), Froilán Peralta, cobra todos los meses unos G. 51.449.200 por los diez cargos que ocupa en la institución educativa, según se puede ser constatado en el Presupuesto de Gastos.
Del total del dinero que percibe Froilán, G. 31.054.800 corresponden a sus funciones como presidente del Consejo Superior Universitario (CSU), como rector, por responsabilidad en el cargo y por gastos de representación, todos como parte de su titularidad del Rectorado.
Los G. 20.394.400 restantes corresponden a sus seis rubros como educador, de los cuales cuatro asignaturas deben desarrollarse en Asunción y dos en Caazapá, no obstante desde que asumió el cargo de rector, ya no ejerce la docencia, pero sigue cobrando ese dinero. El titular de la UNA admitió que ya no imparte clases en aulas, incluso desde que era decano de la Facultad de Veterinaria.
