Debemos saber que la corrupción también tiene su debilidad, y su peor enemigo es el despertar

Por Camila Candia

Camila

Muchos son los acontecimientos que se han desarrollado y hemos vivido en estos últimos meses en nuestra ciudad y país, acontecimientos que han convocado a masas de personas, y ¡QUE FELICIDAD! Gran cantidad de jóvenes se han concentrado y han salido a las calles, pareciera que volvió la esperanza y las ganas de luchar por un país mejor, dejamos por un rato de estar detrás del computador, las redes sociales, el televisor y nos hicimos cargo de nuestros problemas sociales, lo más lindo nos recordamos que somos paraguayos, recordamos también la riqueza de nuestra tierra, sus virtudes, que nuestro país necesita de todos para mejorar aún, que el cambio está en nosotros y que cuando se quiere se puede.

Pero esto requiere de una participación constante, el cambio y el progreso no es un milagro que va suceder de un día para otro, se trata de perseverancia y de estar preocupados de lo que pasa a nuestro alrededor, se trata de ASUMIR UN COMPROMISO como jóvenes ciudadanos empezando por nuestras ciudades y extendiéndonos a todo el país. Las esperanzas quedan renovadas, y todo apunta nuevamente a “La Juventud”, ya desde siempre la característica principal del joven es ser rebelde, pero cambiemos la expresión de “rebeldes sin causa” a “rebeldes con justa causa”, siempre y cuando conservemos moderación, valores bien definidos y sin intenciones de crear vandalismo.

Llego a la conclusión de que los jóvenes necesitamos de alguna motivación para tener ganas de involucrarnos, y ¡vaya que no es tarea fácil! Nos han tocado tiempos difíciles, lleno de mentiras y mucha corrupción, lo que ha tenido consecuencias como el desinterés, la poca participación, falta de información (en la era de la tecnología) ¡qué ironía!, la pereza y mucho conformismo, pero creo más bien y les propongo que estas sean las razones por las cuales luchar, no dejar que la desilusión y la vulnerabilidad se apoderen de nuestra energía y nuestras buenas intenciones.

Si tan solo las miles de personas que le dan “ME GUSTA” y “COMPARTEN” publicaciones y forman parte de grupos virtuales de acción social asistieran a las actividades cívicas las cuales siempre tienen convocatoria, las autoridades verían nuestra preocupación e interés por las malas gestiones. Debemos saber que la corrupción también tiene su debilidad, y su peor enemigo es el despertar, el grito de la ciudadanía, ¿Cuántas metas alcanzaríamos? Si lleváramos a la práctica nuestras opiniones en las redes, las motivaciones y las ganas de seguir adelante se acrecentarían.