La osteoporosis, una enfermedad silenciosa pero que puede ser prevenida con alimentación adecuada

  • Puede aparecer a cualquier edad.
  • Las mujeres son más propensas a padecerla.
  • Dolores de huesos se presentan en el estadio avanzado de la enfermedad.

osteoporosisLa osteoporosis es una enfermedad caracterizada por la reducción asintomática de la masa ósea.  Cuando la masa ósea disminuye, se resiente la estructura del hueso; no hay más apoyo mecánico y ocurren fracturas. Esta enfermedad aparece con mayor frecuencia en mujeres post menopáusicas y en personas de la tercera edad y no produce síntomas que avisen del progresivo deterioro de la estructura ósea hasta que ya es muy tarde.

La aparición de este mal no es muy frecuente en los varones, no así en aquellos que padecen algún déficit hormonal. En cambio en las mujeres, la osteoporosis por lo general se presenta alrededor de los 35 años (durante la perimenopausia o climaterio), etapa que inicia 2 años antes del desarrollo de la menopausia. Durante los siguientes 10 años, la pérdida de calcio en los huesos se realiza rápidamente, debido al cese de la menstruación. Esto puede producir la enfermedad, como también los tratamientos prolongados de entre 1 a 2 años con corticoides.

Diagnóstico

La osteoporosis puede diagnosticarse a cualquier edad. Al principio no produce ninguna molestia, la persona puede padecer de ella sin saberlo; sin embargo, cuando el estadío de la enfermedad se encuentra avanzado genera dolores en los huesos.

El diagnóstico para detectar este mal se realiza a través de un estudio en sangre denominado dosaje de tres minerales relacionados (calcio, fósforo y magnesio); también por examen de imagen llamado densitometría ósea, estudio que aporta datos sobre el nivel de calcio en los huesos, entre otros, que según indicaciones del traumatólogo, se realizan de forma más específica.

Expertos aseguran que nuestros huesos tienen la capacidad de ir acumulando calcio para su fortalecimiento desde el nacimiento hasta aproximadamente los 35 años, edad en que una persona alcanza el pico de masa ósea. De ahí la importancia de llevar una buena alimentación, principalmente en esta etapa de la vida, que incluya el consumo diario de leche y sus derivados, desde el nacimiento con la leche materna, lácteos y queso durante la adolescencia.

Para evitar complicaciones se recomienda efectuar el diagnóstico de la enfermedad entre los 35 a 40 años de edad.

Prevención

Estudios efectuados indican que las dietas pobres en calcio o altas en fósforo producen disminución generalizada de la masa ósea. Teniendo en cuenta esto, son tres los principales alimentos que deben incluirse en la dieta diaria: yogur, leche y queso.

Es recomendable  ingerir, según lo indicado por profesionales en la materia, 800 miligramos de calcio  por día en mujeres de 25 a 45 años de edad  y se pueden requerir hasta 1200 mg./día entre los 10 y 25 años para lograr el pico de masa ósea. Estas cantidades se pueden alcanzar con dietas apropiadas, que permitirán prevenir esta patología a través de una correcta alimentación.

Los suplementos de calcio son recomendables en casos en que la alimentación es pobre e insuficiente, durante la menopausia y en hombres mayores de 50 años.

Otros alimentos que constituyen una fuente importante de calcio son también las almendras y el sésamo.  La dosis recomendable de calcio para el cuerpo, es consumirlo en hasta 3 porciones diarias como mínimo.

El abuso indebido a través de la ingesta de suplementos sin autorización médica, puede ser perjudicial, ya que su consumo indiscriminado contribuye a desarrollar “Hipercalcemia”, que es el exceso de calcio en el organismo; este se  acumula en los huesos y puede producir dolor en las articulaciones, incluso trastornos del metabolismo. La hipercalcemia contribuye además a la aparición de piedras y arenillas en las vías urinarias.

A parte de una alimentación balanceada, se recomienda para mantener huesos saludables es a través de la práctica de ejercicios físicos.

Factores de riesgo que producen descalcificación

A continuación citamos productos que deben ser tenidos en cuenta, ya que pueden generar la ocurrencia de la descalcificación, puesto que no permiten la correcta asimilación o utilización del calcio en el organismo.

• El consumo de alcohol

• Consumo exagerado de fibras

• El consumo exagerado de proteínas

• La cafeína

• Los suplementos de zinc

• El consumo de tabaco

• Consumo exagerado de sal

• El sedentarismo.

Alternativas para un aporte apropiado de calcio en la dieta cotidiana

• Lácteos y sus derivados (yogurt). Si son descremados, su contenido graso es menor, sin que por ello su dosis de calcio sea inferior.

• Agregar quesos (blancos untables o quesos blandos) a ensaladas, vegetales, sopas, purés, etc.

• Utilizar leche (en lo posible descremada) como medio de cocción de harinas de maíz, arroz, salsas blancas, sopas, etc.

Este tipo de cuidados debe iniciarse durante la infancia y continuar durante toda la vida.

 

Fuente: Ministerio de Salud