Los sucios mercaderes de la política

Para ser hipócrita no hace falta ser inteligente

Y pensar que creíamos que con el final del 2020 se terminaban todos nuestros males.

Pero no. La cosa sigue: y no solo continúa la pandemia del Covip, sino que además se viene de vuelta el dengue. Pero la que continúa cada vez peor es la epidemia más vieja que tenemos en nuestra ciudad: la corrupción política.

Y para que no haya dudas de hasta dónde puede llegar el caradurismo y la campante desverguenza de ciertos politiquillos desesperados, baste con mencionar que ayer -durante la primera sesión ordinaria de la Junta Municipal de este año-  el inefable presidente de la misma se tomó largos minutos para alabarse a si mismo.

Es más, preparó todo un audiovisual para ensalzar su propia figura ante los otros once concejales.

Lo peor de todo es que este honorable caballero –que además es abogado- utiliza un acto público a través del cual se da cumplimiento a una ley de la nación, para ganar protagonismo político.

Es como si pretendiera hacernos creer a todos los sanlorenzanos que el Presidente de la Junta Municipal fuera el “gran benefactor” de la tercera edad, cuando el dinero viene del tesoro público de la nación. Es como si además él fuera quien logró obtener alguna cosa, cuando que los beneficios para estos abuelitos y abuelitas, no provienen del abogado Osvaldo Gómez, sino de los impuestos del pueblo paraguayo.

Si al presidente realmente le importaban los abuelitos,  si tanto los quería como prentende hacernos creer, hubiera previsto que en vez de cocinarse de calor bajo un miserable tinglado, hubieran podido ser dignamente recibidos en un espacio climatizado y confortable, como por ejemplo el teatro municipal. Pero eran más importantes para él las butacas y las alfombras que “esa gente” junto a la cual se sacaba selfies solo para figuretear en las redes.

Ni siquiera previó la aplicación de protocolos de prevención de contagio cuando hay 9 mil infectados en nuestra ciudad. Tan poco le interesaba la vida y la salud de “los queridos abuelitos” que en ninguna de las fotos se puede ver a un solo médico o enfermera listo para actuar en caso de que alguna de estas personas de edad se descompensara.

Jamás le importó lo que les pudiera pasar

Se limitó a lucirse en forma personal, se dedicó a sacar rédito político, se la pasó figureteando junto con su muy “honorable” colega Dorotea Villarreal, quien políticamente hablando no es precisamente la madre Teresa de Calcuta… sino todo lo contrario.

Eso si, el “Presidente de la Junta” dejó en claro durante todo su “documental” que estuvo muy preocupado antes, durante y después del evento. Se le notaba la “tremenda preocupación” que tenía… y como prueba de ello es suficiente observar la enorme sonrisa que tenía en cada foto.

No se puede ser más hipócrita. Y no creo que en ninguna mente saludable pueda caber la idea de que toda esta charada sea creíble. Pareciera que creen que todos los sanlorenzanos somos imbéciles.

Moraleja: Algunas autoridades son tan caraduras que, si usaran el mismo material que tienen como maquillaje para asfaltar nuestras calles, no tendríamos ningún bache en San Lorenzo.

Cada día que pasa, nuestra pobre sociedad civil se parece más a una vil suciedad.