El dulce Yvapurũ

Cada vez que alguien escucha la palabra Yvapurũ generalmente le retrotrae a recuerdos imborrables del pasado ya que en nuestro país este árbol existía en muchos patios, en las veredas de la capital del país o incluso en plena calle. Hoy día es difícil ver esta fruta cuya característica principal es que crece por el tronco del árbol.

Según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), el Yvapurũ es un árbol originario de Brasil donde se le conoce con el nombre de jaboticaba. Posee una cualidad muy peculiar y es que en su tronco crece un fruto que lleva el mismo nombre el cual es de forma esférica con un color morado muy oscuro o en ocasiones un tanto rojizo. En su interior hallamos una sustancia blanca de sabor muy dulce, con dos huesos o semillas.

El Yvapurũ como le conocemos en Paraguay,  se come fresca y es conocida por sus notables calidades, con abundante jugo y muy particular sabor dulce. La industria la usa para jaleas y en la preparación de licor y vino domésticos. El consumo debe ser inmediato a la cosecha puesto que se conserva mal a la temperatura ambiente, no durando más de tres días

EN MEDICINA CASERA. La entrecorteza del Yvapurũ,  en ocasiones no sólo actúa contra el asma y las hemoptisis, sino también contra diarreas y disenterías y externamente, en baños, favorece la curación de la erisipela. La corteza de los frutos tiene propiedades astringentes y su decocción se emplea en gárgaras contra las amigdalitis crónicas.

Para su consumo se hierve medio litro de agua por cada 30 gramos aproximadamente de la corteza del árbol, se deja un par de minutos para que se cree una infusión la cual se cuela y después puede ser consumida de varias formas dependiendo del padecimiento o problema a tratar.

En el caso de infecciones o enfermedades, se puede consumir en forma de té. Si se trata de enfermedades respiratorias se consume en forma de infusión y se pueden hacer además gárgaras.

Para obtener sus propiedades astringentes se limpia el rostro y se aplica la solución directamente sobre la piel.

Hoy día ya es escaso la oportunidad de ver el árbol de Yvapurũ. (Imagen Maria Stella Meyer)

COMO CONSEGUIR SU MULTIPLICACIÓN. El Yvapurũ,  se multiplica preferiblemente por semillas que son recalcitrantes y no resisten al secamiento. Las semillas se siembran en semillero de tierra fértil a 30 cm entre líneas y 10 cm entre plantas, y allí permanecen por un año. Se trasplantan al vivero cuando miden de 10-15 cm de alto, con cepellón a 2 m entre líneas y 1 m entre plantas. Permanecen en el vivero de tres a cinco años y cuando alcanzan 1,5 m de alto, son sembradas con el cepellón de 60 cm de diámetro para el huerto. La planta es de crecimiento lento.