Defensor del Pueblo trata de antiética y extorsiva a Sociedad Paraguaya de Anestesiología

“Que clase de Sociedad Científica, es ésta que se opone a que los más capaces, los cerebros más brillantes, los que tienen condiciones y excelencia académica concursen y obtengan cargos y cátedras debido a sus méritos y en reconocimiento a sus aptitudes”?. Cuestiona el Defensor Adjunto del Pueblo Dr Edgar Villalba Riquelme, nota mediante enviada al Dr Alberto Apud presidente de la Sociedad Paraguaya de Anestesiología, SPA.

El Defensor Adjunto del Pueblo, Dr. Edgar Villalba Riquelme, en una extensa nota remitida al Dr. Alberto Apud, Presidente de la Sociedad Paraguaya de Anestesiología, SPA, recalca a los mismos la ingrata impresión causada a la ciudadanía ante la actitud que el mismo considera antiética y extorsiva, para con sus pares Anestesiólogos del Hospital de Clínicas.

A continuación se extraen algunos de los puntos más importantes remitidos en la mencionada nota por el Defensor Adjunto del Pueblo al SPA:

“La ciudadanía ha sido ingratamente sorprendida por la increíble actitud antiética y extorsiva, asumida por la Comisión Directiva de su presidencia al intimar “a todos los Miembros Activos de la SPA a renunciar a los cargos obtenidos en el Departamento de Anestesiología del Hospital de Clínicas, dependiente de la Facultad de Ciencias Médicas de la UNA. Esgrimen sin fundamentar ni probar despidos injustificados, desconocimiento de la antigüedad, nombramientos irregulares, concursos viciados de nulidad; entre otros; expresando que lo hacen como Sociedad Científica y Gremial preocupada por los derechos de sus asociados, a la luz de los mandatos estatutarios y de ética; para terminar exigiendo la renuncia por constituir “un deber ético y estatutario”.

La Nota remitida por el defensor Adjunto del Pueblo al Dr. Alberto Apud, Presidente de la Sociedad Paraguaya de Anestesiología, continúa diciendo: “La nota firmada por Usted y el Dr. Gustavo Riego en su carácter de Vicepresidente, no dice quienes y cuántos son los despedidos, cuáles fueron los motivos o causales, o si estos fueron hechos en violación al Código del Trabajo; en cuyo caso lo que corresponde es recurrir a la justicia y no presionar a los asociados. En cuanto al desconocimiento de la antigüedad, éste, de existir, es causal de disgusto, protesta o reclamo de los afectados ante el empleador o las instancias administrativas correspondientes, pero jamás puede ser motivo para que los afectados reciban inmisericorde intimación de renuncia, so pena de expulsión. La solidaridad es una actitud asumida personal y libremente, no impuesta bajo amenaza”.

Por otro lado, arbitrariamente se soslaya que los Profesionales médicos a quien Usted intima a renunciar, han accedido a éstos cargos luego de participar de un concurso de títulos, méritos y aptitudes, legítima, legal y válidamente convocado y realizado por la Facultad de Medicina-UNA, en uso de sus atribuciones y en cumplimiento de preceptos legales establecidos para ocupar cargos asistenciales de auxiliares y docentes; seleccionando y adjudicando los predichos cargos a quienes acreditaron contar con los recaudos y conocimientos requeridos.  Y si realmente Ud. y sus asociados son una “Sociedad Científica”, se supone que debería estar conformada por lo más brillante, prestigioso y erudito de la especialidad y que debería dar constante y permanente ejemplo en todas las intervenciones, públicas y privadas de sus miembros, de estricto apego y respeto a los valores, principios y normas que consagran la convivencia con mentalidad abierta, tolerante y libre; defendiendo e impulsando los cambios, la evolución científica, los avances tecnológicos y acompañando el progreso de la civilización; en lugar de exhibir actitudes y conductas retrógradas, retardatarios y conservadoras. Una “Sociedad Científica” no obstruye el cambio, no se opone a la renovación, a la libertad de concurso y al respeto de los cargos libremente logrados en el contexto de las competencias académicas e intelectuales.

Y la nota continúa de esta manera: Si realmente son una sociedad gremial “comprometida con la defensa de los derechos de sus asociados”, no deberían presionar con notas, amenazar con expulsiones, intimar con plazos perentorios para renunciar, ni utilizar es Estatuto como “garrote” extorsivo contra sus propios socios, miembros integrantes a quienes deberían proteger y defender.

Cabría entonces preguntarse si esta Sociedad Gremial está comprometida con la defensa de los derechos de sus “asociados”, o solamente con la defensa de los derechos de “algunos asociados”. A la Sociedad pareciera no preocuparle violar, avasallar y atropellar  los derechos de “sus asociados”, o es que los anestesiólogos intimados a renunciar son “socios de segunda”, cuyos derechos gremiales sí pueden ser avasallados siempre que se defienda los derechos de los otros socios?.

Qué clase de gremio es éste que se opone a acompañar el éxito de sus asociados?. Que clase de Sociedad Científica, es ésta que se opone a que los más capaces, los cerebros más brillantes, los que tienen condiciones y excelencia académica concursen y obtengan cargos y cátedras debido a sus méritos y en reconocimiento a sus aptitudes?

Si bien y con claridad demuestra Usted que la SPA de su presidencia no es “científica”, ni “gremial”, que no premia la excelencia académica, pero si castiga el éxito de sus asociados, algo que no debe pasar desapercibido es el grave intento oculto detrás de su pedido de renuncia disfrazado de reclamo ético y estatutario. Y lo grave es que ésta medida chantajista de haberse salido con la suya, hubiera significado un grave colapso en el Hospital de Clínicas que hubiera dejado desabastecidos los servicios e implicaría la “suspensión obligatoria de aproximadamente 800 cirugías por mes en este centro”.

Esa “Sociedad Científica y Gremial”, estaba dispuesta a vulnerar el derecho a la vida, a jugar con el derecho a la salud, a atropellar la libertad de sus asociados, a violar el derecho al trabajo, con tal de salirse con la suya e imponer sus condiciones. O dicho de otra forma: centenares de compatriotas, sumamente pobres y extremadamente carentes, que no tienen otro Centro Asistencial para ser operados, se hubieses quedado sin cirugía y con sus dolores a cuestas. Tal vez algunos hasta hubieran muerto. Esto no importaba a su “Sociedad Científica y Gremial” que en firme y claro reclamo “ético y estatutario”, defendía “la correcta práctica de la especialidad” y el derecho de sus asociados. Si morían unos cuantos pobres paraguayos, o si se prolongaba el dolor y el sufrimiento de otros tantos desarrapados y desheredados, no importaba…. La “ciencia” y el “gremialismo”, estaban primeros.

Y esto Señor Presidente, revela la intención artera, indisimulada y vergonzosa de defender intereses sectarios y crematísticos, soslayando los interesas generales, mayoritarios y colectivos de la ciudadanía y de los propios asociados que no gozan de sus favores y simpatías; o simplemente no compartes su visión sesgada y facciosa sobre la ética.

Y finaliza diciendo: Que clase de ética, insólita e inaudita, es ésta que impele y constriñe a abandonar funciones y desempeños que son cargas públicas y compromisos juramentados en un Médico; con los son los de proteger, sanar y salvar vidas?. De que ética habla cuando la renuncia solicitada traerá luto, dolor y llanto a centenares de paraguayos que no podrán ser operados aunque el pedido de su “científica” y “gremial” Asociación la dejará sin Anestesistas y por tanto; sin la necesaria intervención quirúrgica?

“Si la ética como valor y práctica vivencial no sirve al bien común, vulnera lo más sagrado que es la vida; entonces no es ética; sino una actitud degradante, bochornosa e hipócrita que deshonra y envilece a quien la exige”culmina la nota del Defensor Adjunto del Pueblo, fechada el 12 de Septiembre de 2012.